Irlanda se conjura para honrar al lesionado Paul O’Connell
La baja de O’Connell (suplida por McCarthy) se suma a la de O’Mahony, bravo flanker caído en la batalla ante Francia, y a la de 0’Brien, sancionado por un puñetazo.
Fue en un ruck, en su hábitat natural, luchando por el oval entre una maraña de rivales franceses, donde se acabó la carrera del mítico Paul O’Connell con la selección de Irlanda. Su pierna derecha quedó atrapada y la lesión que le deja fuera del Mundial es mucho más que eso. El gigante de Limerick (que cumplirá 36 años el próximo martes) iba a abandonar el Trébol tras el presente Mundial, el cuarto en su palmarés, después de haber disputado 108 partidos oficiales, 28 de ellos como capitán. Tras de sí tres títulos del 6 Naciones y un carisma que en la Isla Esmeralda sólo ha podido igualar Brian O’Driscoll, retirado el verano pasado.
Un contratiempo que ha tocado el corazón del rugby mundial y que en las últimas horas ha acumulado mensajes de respeto y tributo. O’Connell, que este verano dejó Munster, el club de toda su vida con el que ganó dos Champions, jugará en el millonario Toulon francés una vez se recupere.
La baja de O’Connell (suplida por McCarthy) se suma a la de O’Mahony, bravo flanker caído en la batalla ante Francia, y a la de 0’Brien, sancionado una semana por el puñetazo a Papé (se temía por un castigo mayor). Estas ausencias darán opción a que el catalán Jordi Murphy sea importante mientras sigan adelante. Y es que Irlanda se ha conjurado para hacer frente a este contratiempo, especialmente para honrar al gran capitán, que soñaba con decir adiós levantando la Copa Webb Ellis en Londres.
Maldición de cuartos. Irlanda, que queda ahora como el gran candidato del Norte, ocupa actualmente el tercer puesto en el ránking World Rugby. Para muchos es un candidato al título. Sin embargo, una maldición puede impedirlo: Irlanda nunca pasó de cuartos en un Mundial. El primer escollo será Argentina, un rival sólido. Pero Irlanda, que es brava, jugará con XVI: el espíritu de O’Connell les levantará en cada touch, empujará en cada maul y pescará en cada ruck. El Trébol honrará al gigante de Limerick, su gran capitán.