La importancia de rematar los partidos en la NFL
La jornada 5 de la NFL nos mostró claramente por qué el fútbol americano es el deporte más emocionante que hay sobre la faz de la tierra. Tres de los encuentros se resolvieron en la prórroga y otros tres, en el último minuto. Lo incierto de los resultados y la posibilidad hasta el último segundo de que se produzcan espectaculares remontadas otorgan al fútbol americano, estilo NFL, ingredientes imposibles de encontrar en otras ligas o en otros deportes. Lo que está claro es que saber sobrevivir en esos últimos minutos, cuando no se sabe hacia que lado caerá un partido, es un arte reservado a muy pocos y, generalmente, quienes se mueven como peces en el agua en estas situaciones, como Ben Roethlisberger, Eli Manning y especialmente Tom Brady, son quienes acaban alzando el codiciado trofeo Vince Lombardi a principios de febrero.
El arte de rematar partidos no está al alcance de todos y suele ser el caballo de batalla de muchos grandes entrenadores que, por no saber tomar este tipo de responsabilidades, acaban siendo mucho mejores coordinadores de defensa o ataque que head coaches, un trabajo para el que se requiere ser de una madera muy especial. Recuerdo perfectamente aquella cuarta oportunidad y dos yardas que Bill Belichick, encerrado en su propio campo, se jugó contra los Colts. Falló y acabó siendo criticado, pero mostró de qué pasta esta hecho y enseñó que, en situaciones límite, tiene más posibilidades de triunfar quien juega a ganar y no aquel que lo hace intentando no perder.
Tomemos el ejemplo que está generando regueros de tinta en el Pacífico Noroeste. Para mí, el gran problema de Seattle no es ni su línea de ataque ni la falta de un Marshawn Lynch sano. El gran problema es no poder rematar los partidos, algo que, hasta ahora, no ocurría ni a Pete Carroll ni al genial Russell Wilson. Antes de la Super Bowl, los Seahawks de Wilson y Carroll jamás habían perdido un partido ajustado, el joven quarterback no había salido derrotado contra ningún pasador mítico, Seattle nunca había caído en la prórroga. Cinco partidos más tarde, los Seahawks han perdido dos encuentros cuando ganaban en el último cuarto (tres de no ser por un fallo arbitral), Wilson fue derrotado con claridad por Aaron Rodgers, Seattle ha perdido dos veces en el quinto cuarto. Sin lugar a dudas, Carroll tiene que cambiar de filosofía y buscar maneras para rematar rivales. De lo contrario, Arizona puede acabar conquistando esta temporada el título de la División Oeste de la Conferencia Nacional.
El fútbol americano no es de los conservadores. Aunque vayas ganando, si quedan dos minutos por jugar y el rival tiene tres tiempos muertos, pasa, ataca, ve a por todas. De lo contrario, le robarás los tiempos muertos o algunos segundos, pero volverás a dar la pelota a gente como “Big Ben”, Eli o Brady y acabarán contigo. Por otro lado, si defiendes, hazlo de forma agresiva. No des espacio, pues poco a poco se te irán acercando y te acabarán matando en la última jugada, como hizo Michael Vick anoche en San Diego.
Cinco cosas que pienso:
1. Pienso que nadie hubiera creído a principios de temporada que Peyton Manning llevaría, tras cinco jornadas, seis pases de touchdown y siete intercepciones. Sin embargo, en la estadística que cuenta, los Broncos van imbatidos con cinco victorias.
2. Hablando de ilustres veteranos, pienso que tampoco nadie hubiera apostado que Carson Palmer lideraría la liga en pases de anotación (13) y que su wide receiver predilecto, Larry Fitzgerald, tendría más recepciones de touchdown (6) que cualquier otro jugador de la liga.
3. Pienso que si esto fuera la MLB o la NBA, ligas en que se busca cambiar desesperadamente jugadores a media temporada para tener mejores opciones de futuro, la cola por hacerse con los servicios de Matt Forte llegaría hasta el lago Michigan. A pesar de jugar en Chicago, uno de los peores equipos de la liga, al que por cierto ha llevado ya a dos victorias, Forte es líder de la NFL con 438 yardas de carrera.
4. Pienso que miramos a Dallas y nos lamentamos de ver un ataque que no es dirigido por Tony Romo, pero que las sensaciones son aún peores en Baltimore, cuando giramos la cabeza y observamos a la que un día fue la defensa más temida de la liga sin Terrell Suggs.
5. Y hablando de grandes entrenadores que jamás han dado la talla como head coaches, pienso que si digo que Wade Phillips está entre los cinco mejores coordinadores defensivos de la historia de la NFL no estoy equivocado.