En la MLB no vale ningún pronóstico en playoffs

Mientras Europa duerme Estados Unidos está asistiendo a unas Series de División de la MLB que están poniendo en jaque los conocimientos y los pronósticos de todos los expertos. Las distintas eliminatorias están aconteciendo de tal manera que parece que únicamente el oráculo de Delfos o algún arúspice puede vaticinar lo que va a ocurrir. Todas las previsiones quedan obsoletas según se realizan y es necesario revisarlas al finalizar los partidos.

En la Liga Americana los equipos de Texas están dinamitando las apuestas.

Para muchos, los Blue Jays eran, y siguen siendo, los máximos favoritos. Su serie contra los Rangers de Texas no parecía que fuera a ser demasiado complicada. Sin embargo, los tejanos ganaron el primer partido al norte de la frontera y en el segundo, tras 14 entradas, dejaron a los canadienses al borde del precipicio. Parecía que los de Toronto tenían la mandíbula de cristal pero en Texas, en latitudes más cálidas, los azulejos han remontado el vuelo y han puesto el 2 a 1 en la eliminatoria, con Tulo demostrando que está recuperado con un home run de 3 carreras. Esta noche los Blue Jays quieren hacer valer toda su potencia de fuego en un nuevo partido a vida o muerte y devolver la serie a Toronto.

Los Royals han firmado el mejor registro de la liga Americana pero los jóvenes e irreverentes Astros les tienen al borde del K.O. El primer partido en Kansas lo ganaron los Astros que venían eufóricos después de tomar el Yankee Stadium. Los Royals empataron tras vencer por la mínima en el segundo partido y en Houston, con Keuchel en la loma, los Astros se han vuelto a poner con ventaja. En Kansas saben que en Houston tienen un problema porque estos Astros son unos iconoclastas y poco les importa que enfrente estén los subcampeones, ellos quien la gloria y la quieren ya. Yordano Ventura tratará de que los Royals no sean eliminados hoy mientras Lance McCullers quiere sellar el pasaporte de los Astros para las series de campeonato.

Y la liga Nacional no puede estar más igualada, con las dos series empatadas.

Los Cardinals esperaban a los Cubs y en el primer partido demostraron porque habían logrado un centenar de victorias en la liga regular y se impusieron por 4 a 0. Pero Joe Maddon no es un entrenador normal, es un druida, que ha reforzado la confianza de los Cachorros hasta límites insospechados. Los de Chicago vencieron en el segundo partido y la serie viaja a un enfervorizado Wrigley Field. Para recibir a los de San Luis, Maddon coloca en el montículo a Jake Arrieta, ese pitcher que se cayó en una marmita de poción mágica cuando era pequeño, y que si pone la balanza con dos a uno a favor de Chicago el ambiente en el cuarto partido en el campo de los Cubs promete ser eléctrico.

Y si mencionamos chispas tenemos que hablar del duelo entre los Mets y los Dodgers. En el Dodger Stadium han firmado las tablas con una victoria para cada uno. Los Mets quieren que el Citi Field sea Gotham y Harvey se convierta en el caballero oscuro. En el ambiente flota el peroné roto de Tejada pero los Metropolitanos tienen armas suficientes para suplirle. Los Dodgers confían en Rollins, Puig o Adrián González, bateadores con buenos números ante el pitcher de los neoyorquinos. En Queens quieren reeditar la historia de los Amazing Mets y para ello deben dar cuenta de los angelinos.

Tras 162 partidos de temporada regular el factor campo este año ha sido, hasta ahora, contraproducente. Ninguna franquicia ha podido hacer de su estadio un fortín y eso nos está ofreciendo más emociones no aptas para cardiacos. Parafraseando el título de la famosa película sobre fútbol americano, este lunes no va a ser un lunes cualquiera.