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ATLETISMO

España se pasa a la maratón: "Siento un hormigueo especial"

El de Valdemoro, de 37 años, abandona los 5.000 para intentar la mínima olímpica de maratón (2h 13) en Sevilla, el próximo febrero.

Jesús España, en la Blume.

Usted, hombre de pista de toda la vida, a los 37 años ha tomado la decisión de preparar la maratón...

—Sí. Así es. Por fin me he decidido. Lo primero será empezar a entrenarme normal, como si fuera encaminado a cualquier otra prueba y después haré la preparación específica para Sevilla, que es el 21 de febrero. Espero estar en la línea de salida, sin ningún problema y con el objetivo de buscar la mínima para Río (2h 13:00). El objetivo es ambicioso y yo soy un novato, me lo tomaré con humildad y trabajando mucho. Será complicado, pero creo que el proyecto puede tener futuro.

—¿Por qué ha elegido Sevilla?

—Es una maratón que conozco, muy buena y muy plana. Cuadraba bien por las fechas, será Campeonato de España (el primero se asegura la plaza olímpica) y en el caso hipotético de que me gane un puesto para los Juegos habrá tiempo de sobra para recuperar y llegar a Río con garantías.

—¿Cuál ha sido el detonante para tomar la decisión?

-Cada vez me notaba mejor en los rodajes largos y la experiencia me ha hecho crecer en fondo. Pasar de 5.000 a 10.000 era prácticamente seguir en lo mismo y la maratón es un cambio más drástico y la verdad es que me motiva mucho. Además, yo siento que me falta la chispa que tenía antes. Y en las cosas rápidas ya tengo menos feeling, y, sin embargo, en las distancias largas me siento igual o más cómodo que antes. De todas formas, al final lo importante es tener ganas... Ahora, con la maratón en vista, salgo a correr y siento ese hormigueo en el estómago que es totalmente nuevo... Eso no me lo quita nadie.

—¿Le ha motivado también el hecho de que en los Juegos podría hacer mejor papel que en la pista?

—Por supuesto. Como es tan difícil, es una distancia que es mucho más dada a las sorpresas. Cuando coges un ránking mundial de 5.000 los que están arriba son los mismo que luego alcanzan las medallas y en la maratón no siempre pasa eso.

—¿Qué es lo que más le asusta del cambio?

—La verdad es que todo, porque es algo desconocido. Sí es cierto que desde júnior he hecho rodajes de una hora y media los domingos, de 24 o 25 kilómetros. Una vez hice 35, para saber lo que se sentía durante dos horas corriendo. También realicé una media en Glasgow en 1h:04. Son pruebas, aunque eso comparado con una maratón no es nada... Es diferente, a partir del kilómetro 30 te enfrentas a algo que no sabes cómo será.

—Siempre se le ha dicho que su zancada es demasiado alegre para la maratón...

—No lo sé. Tendremos que hacer mucho trabajo preventivo, de fuerza específica de piernas, para aguantar los impactos que requiere correr dos horas y pico. Mi entrenador Juan del Campo y yo nos asesoraremos con expertos, fisiólogos y otros compañeros que sepan de esto. De todas formas, y no me quiero comparar, los top, top, como Kipchoge y esta gente, corren de puntera. Pero repito, que soy un novato. El otro día me pasó algo curioso con Javi Guerra, más joven que yo, que entrenó conmigo y al que siempre había aconsejado, y le decía: 'Parece mentira, pero ahora me tendrás que enseñar muchas cosas'. 

—Entonces ya está en marcha...

—Sí, ya me pondré a entrenar. Ahora en lugar de hacer ritmos rápidos, tocará ir a la marcheta, a ritmos más cómodo... Lo que lo hace duro es que es mucho tiempo. Pero no me asusta entrenarme sólo. Al final la maratón la corres tú y te pone en tu sitio. Ahora en lugar de verme haciendo 200 y 400 rápidos, me verán dando muchas vueltas y por los caminos de la Casa de Campo.