La postemporada MLB según "Cómo conocí a vuestra madre"

Cuando Ted Mosby llega al MacLaren´s sus amigos le están esperando en la mesa de siempre mientras de fondo suenan las 500 miles de The Proclaimers. Mosby llega cariacontecido, lo que prometía ser un año glorioso para las franquicias del estado de Ohio, dónde él nació, se ha quedado en eso, en simple promesa. El retorno del rey Lebron disparó unas expectativas que se ahogaron en la orilla de la final de la NBA.

Por su parte, los Cleveland Indians fueron señalados por el magazine Sports Illustrated como el favorito para ganar las series mundiales. A pesar de que los Indians han tenido en Carlos Carrasco y Corey Kubler, actual premio Cy Young de la Liga Americana, a la segunda pareja de su historia que logra más de 200 strikes out cada uno en la misma temporada o a las grandes actuaciones de Carlos Santana, no con la guitarra sino con el bate, no se han clasificado para disputar el campeonato. La maldición del prestigioso semanario se cumple un año más.

A su lado Marshall no luce mejor cara. En la eterna espera por ver ganar a los Minnesota Vikings una Super Bowl, los Twins le alegraron el verano y, cuando nadie los esperaba, llamaron a la puerta del baile que se celebra en octubre para lograr el anillo. Sin embargo, cosas del destino, fueron los Royals los que les recordaron su condición de plebeyos. El equipo de las ciudades gemelas ha sido una de las sorpresas agradables de la competición ya que no aparecían en ningún pronóstico y han estado vivos hasta el final.

Lily es la mujer de Marshall y su interés por el arte le ha llevado por las distintas galerías de Queens. Allí ha visto la alegría de los fanáticos de los Mets y como éstos han ganado su división, algo que no hacían desde 2006. A pesar de las polémicas en la gestión de entradas de su Matt Harvey, los Mets confían en Céspedes y sobre todo en su capitán, oh su capitán, David Wright. En un guiño de la historia, los Dodgers vuelven a la ciudad de la que salieron y jugarán contra los Mets, que visten de azul en honor al azul de los Brooklin Dodgers. Es tal la pasión que este año han levantado los Metropolitanos, que cuentan que hay neoyorkinos que están cambiando la chaqueta de los Yankees por la de los Mets.

Pero el que no cambia su elegancia es Barney siempre impecable con traje, incluso con corbata amarilla. Él, que se hizo pasar por Derek Jeter para ligarse a una chica, es tan legendario como los Yankees. Los bombarderos del Bronx parecían esos ciclistas que empiezan el Tour muy fuerte y la tercera semana se les hace muy larga. Al final han cedido, pero han mostrado un rendimiento superior al esperado. Los veteranos Mark Teixeira y Alex Rodríguez han vivido una segunda juventud y han logrado que los Yankees sean anfitriones del partido de Wild Card de la liga Americana. Teixeira no será de la partida por una fisura en la tibia y los Yankees parecen cansados pero nunca hay que subestimar el corazón de un campeón. Donde para unos sólo hay veteranía y cansancio, para otros es sabiduría y saber regularse. Los Yankees no serán plato de gusto de nadie.

La única que sonríe ligeramente en la mesa es Robin. La reportera canadiense, aunque originaria de Vancouver, quiere que un equipo de su país logre las Series Mundiales. Los Blue Jays han logrado que la ciudad de Toronto se vuelque con el equipo y abarrote el Rogers Centre un partido sí y otro también. El hockey sobre hielo es el deporte nacional canadiense pero los canadienses, que se han clasificado para jugar en octubre por primera vez desde que quedaran campeones en 1993, han hecho que el inicio de la temporada de la NHL pase a un segundo plano. No es que los primeros años de la década de los noventa sean la prehistoria, pero es significativo que la película del año 1993 fuera Jurassic Park. Los Blue Jays han ganado su división siendo mejores que los Yankees. Curiosamente, el número 1 del draft de ese año 1993 fue un jovencito Alex Rodríguez en otro guiño de la historia. Los Bautista, David Price y un recuperado Tulowitzki hacen de los del país de la hoja de arce el equipo más en forma en el momento más importante de la temporada.

Ted Mosby necesitó nueve temporadas para contarle a sus hijos cómo conoció a su madre, nosotros necesitaremos sólo un mes, pero que mes, para saber quién se proclama campeón del mundo.