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JUEVES RETRO

Esta película la vieron en Pittsburgh hace 18 años

Michael Vick no es el primer QB con gusto por correr que juega con los Acereros; en 1997, Kordell "Slash" Stewart maravilló a toda una Liga con su estilo..
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Actualizado a
Kordell Stewart es el antepasado directo en el estilo de juego que supone ahora Michael Vick en los Pittsburgh Steelers.
Steve GrossREUTERS

"Michael Vick es el quarterback titular de Pittsburgh".

He ahí una frase que pocos, y me atrevo a decir que ningún aficionado a los Acereros pensó escuchar o decir.

La lesión en la rodilla que sufrio Ben Roethlisberger hace unos días en San Luis obligó a los Acereros a recurrir a un jugador experimentado como Vick, quien también preserva buena parte de las habilidades que lo llevaron a ser un quarterback espectacular en sus inicios en la NFL con Atlanta.

En Pittsburgh no son extraños a este tipo de jugadores. Hace 18 años, los Acereros tuvieron al frente de su ataque a un "quarterback" cuya capacidad atlética le permitía hacer más que lanzar.

Aunque llegó al equipo en 2005 para jugar como receptor, fue en 2007 que Kordell Stewart tomó por sorpresa a los Acereros y sus aficionados y a la NFL.

Lo que Stewart hizo fue romper con los paradigmas en Pittsburgh y quitarle la sobriedad a un ataque que predicó su éxito con un juego terrestre convencional, pero dominante.

Los Acereros siguieron esa línea, pero "Slash", como se le conoció a Stewart, se convirtió en el actor principal. El quarterback de Pittsburgh se transformó en una pieza espectacular en lo que era un sistema sobrio, rutinario y eficiente.

En el corto plazo, Stewart, de quien podría decirse fue de una de las primeras versiones de lo que fue Vick en su momento o actualmente son Colin Kaepernick, Johnny Manziel, Cam Newton o Russell Wilson, se ganó el cariño de la afición en Pittsburgh.

Una marca de 11-5 y un viaje a Playoffs hasta la Final de la AFC --que los Acereros perdieron ante Denver-- en la primera temporada como titular de Stewart enamoraron a propios y extraños, que también vieron en él a un jugador distinto a lo que sucedía en ese entonces en la NFL y particularmente en Pittsburgh.

Jugadas explosivas, pases largos y carreras con el ovoide espectaculares, incluso de banda a banda y con buenas ganancias, fueron la norma con Stewart y acapararon la atención en los resúmenes de televisión.

Sin embargo, la espectacularidad dio pocos dividendos a Pittsburgh de 1998 al 2000.

En 1998, los Acereros rompieron una racha de seis años en Playoffs y fue entonces que Stewart conoció el precio a pagar por ser la figura principal de un equipo.

En 2001, ya con críticas constantes encima, Stewart y los Acereros volvieron a Playoffs y hasta la Final de la AFC, --que perdieron ante, en ese entonces, un sorprendente Tom Brady y Nueva Inglatera--, pero el crédito por lograrlo se inclinó más hacia la defensa, con elementos de la talla de Aaron Smith y Casey Hamptn en la línea defensiva y un cuerpo de linebackers considerado por muchos el mejor de la época con Joey Porter, Jason Gildon, Earl Holmes y Kendrell Bell.

Jerome Bettis, Plaxico Burress y Hines Ward fueron actores con los que Stewart tuvo que compartir aplausos.

El 2002 finalizó el experimento "Slash" en Pittsburgh y 13 años más tarde, Vick, un elemento de características similares, pero más pulidas que las de Stewart, toma el control del ataque en Pittsburgh.