Twickenham hervirá con el duelo entre Inglaterra y Gales
Twickenham, la catedral del rugby, será el escenario. Hervirá literalmente. Inglaterra, anfitriona, muy favorita ante las bajas del equipo galés.
Un Inglaterra-Gales no es un partido más. Si no lo es en 6 Naciones, mucho menos en un Mundial y con tanto en juego. Porque el dichoso Grupo A, el Grupo de la Muerte, acoge a estas dos potencias eternamente enfrentadas y a los Wallabies australianos. Sólo pueden pasar dos, así que cualquiera de los partidos entre sí serán de alto voltaje.
Twickenham, la catedral del rugby, será el escanario. Hervirá literalmente. Inglaterra, anfitriona, era favorita ya de por sí pero si a esto se le suma la plaga de bajas que azota a Gales (Halfpenny especialmente y luego Jonathan Davies, Webb, Allen...), los índices en las casas de apuestas se disparan aún más. Desde hace tiempo el equipo de Lancaster parece haber rebasado en juego a la joven y talentosa (aunque también estancada) escuadra del Dragón. Gatland sacará a todo lo que le queda vivo, que es un XV bueno. Falta por ver si es suficiente ante Inglaterra.
Lancaster mantendrá el bloque que derrotó a Fiji en el choque inaugural pero da chance a Billy Vunipola y Farrell en los puestos de 8 y apertura (Morgan y Ford no aprovecharon su momento ante los polinesios). También destaca la presencia de Burgess, antigua estrella del Rugby League (modalidad distinta de este deporte, sólo 13 jugadores) en el puesto de centro, con Barritt de compañero ante la baja de Joseph.
Será un duelo a vida o muerte. Quien pierda puede quedar apeado de los cuartos de final (si ambos caen ante Australia o si los números no le cuadran en un triple empate). Gales tiene desventaja, pero la presión es inglesa. No jugar los cuartos de su Mundial sería una catástrofe histórica.
Sudáfrica y la presión. Tras el desastre que supuso perder ante Japón, la aún aspirante Sudáfrica tiene que batir hoy con suficiencia a la siempre incómoda y fiera Samoa (17:45 horas) o correrá peligro incluso de quedarse sin el pase a cuartos de final. No puede fallar. Como tampoco Italia, que abre jornada ante la débil Canadá (15:30 h.).