¿Quién extrañará más a Tony Romo en Dallas?
Los dos meses que estará fuera el QB serán aburridos para muchos por las características de su juego, que no tienen ni Weeden ni Cassel.
La vida sin Tony Romo en Dallas tendrá tintes de aburrimiento, al menos durante las próximas ocho semanas. La habilidad de Romo para lanzar el ovoide, extender las jugadas y encontrar a algún receptor o para escapar de la presión con acciones que hasta el mismo Henry Houdini envidiaría son, sin duda, características que han hecho del pasador de origen mexicano un jugador amado por muchos y odiado por otros tantos.
Estas cualidades no las tienen los encargados de suplir a Romo al menos por los próximos dos meses, Brandon Weeden y Matt Cassel, quienes, además de tener limitaciones en esos renglones, tampoco han montado números en sus carreras que hagan pensar que pueden acercarse a la producción del número 9 de Dallas.
La producción que más pesada hace la ausencia de Romo para los Vaqueros es la màs importante. Desde que tomó el mando de su ataque, los Vaqueros tienen marca de 78-48 (.619) con Romo como titular y sin él, están 6-9 (.400). En el aspecto productivo, la participación de Weeden y Cassel con Dallas anticipa un estilo de juego conservador.
Weeden, quien ha iniciado 21 partidos en cuatro años enla NFL, sólo ha ganado cinco de ellos y en esos duelos como titular ha promediado 233,1 yardaspor aire, 1,04 touchdowns y 1,3 intercepciones.
Por su lado, Romo, quien tomó el mando de la ofensiva texana en 2006 en lugar de Drew Bledsoe, suma 126 encuentros como titular y en ellos ha lanzado, en promedio, para 266,3 yardas, prácticamente dos pases de touchdown (1,9) y casi una intercepción (0,8).
La trayectoria de Cassel en este renglón es aún menor que la de Weeden. Cassel suma 71 partidos como titular y en ellos ha promediado 212,7 yardas por aire, 1.3 envíos para anotación y casi una intercepción (0,9).
Ante las expectativas que rodean a los Vaqueros, a quienes se les señala, aun sin Romo, como favoritos para ganarla NFC Este y llegar lejos en Playoffs, es probable que el margen de error sea estrecho para Weeden y Cassel, por lo que seguramente Jason Garrett los alternará si las cosas no marchan bien para uno u otro.
La que debe estar en alerta es la defensiva texana, que si antes tenía la confianza de trabajar con cierta holgura por la producción de Romo, ahora se sentirá más obligada a poner freno a los ataques rivales.
Ante la baja producción que Weeden y Cassel han mostrado en sus respectivas carreras, la defensiva de los Vaqueros no puede darse el lujo de permitir que, de irse abajo en la pizarra, los rivales saquen ventajas de 10 o más puntos. Más que los aficionados o la ofensiva, será la defensiva de Dallas la que, quizá, eche más de menos al número 9. Al menos durante dos meses.