NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Carolina Panthers 24 – Houston Texans 17

Ryan Mallet puso corazón pero Houston no pudo con Carolina

El quarterback de los Texans arregló en parte su actuación con un final de partido corajudo, pero el ataque de Houston fue casi siempre inoperante.

Cam Newton deberá mejorar su rendimiento si los Panthers quieren tener ambiciones de llegar lejos esta temporada.
Grant HalversonGetty Images/AFP

Houston tiene abierta una controversia con sus quarterbacks que el partido contra Carolina no solo no ha cerrado, sino que puede haber abierto aún más si cabe. Los Texans están jugando literalmente sin ataque, a la espera de que Arian Foster regrese de su lesión y reactive un backfield que simplemente no existe y que todo el equipo necesita para que el quarterback, sea quien sea, al menos tenga una mínima oportunidad de lanzar el balón con puntería.

El partido no quedó cerrado en los dos primeros cuartos por números, pero sí por juego. Y eso que los Panthers tampoco pueden estar muy tranquilos. Cam Newton estuvo errático en todo momento, y ni siquiera se sintió cómodo protegido por una read option con la que no conseguía que sus drives progresaran de forma sostenida. Al final, casi siempre terminaba recurriendo a la válvula de seguridad que es Greg Olsen, y a un Jonathan Stewart que aún no tiene la frescura de los últimos partidos de la pasada temporada. Un pase descomunal a Ted Ginn que terminó en touchdown, dentro del único drive coherente de ambos equipos en toda la primera mitad, fue el único momento que despertó a los aficionados, que dormitaban en las gradas ante el triste espectáculo que estaban ofreciendo ambos equipos.

Los números de Houston en la primera mitad lo dicen todo: 29 intentos de pase de Mallett, que completó 11 para 74 yardas. Y es que si tu línea no te ayuda, y el backfield no cierra la defensa rival, el quarterback se convierte en un pato en día de caza. 11 carreras de cuatro jugadores diferentes para 24 yardas, no son una ayuda, sino un dislate.

En la segunda mitad todo pareció cambiar. Como si las broncas en ambos vestuarios hubieran sido atronadoras. Los Texans empezaban con una serie larguísima en la que los corredores volvían a ser un factor y Mallett se encontraba a gusto por primera vez. Seis minutos y medio y trece jugadas en las que Houston movió el balón con criterio hasta la end zone, cuando el quarterback conectaba con Graham para touchdown y empatar a 10.

Pero como si se hubieran mirado en un espejo, los Panthers copiaron la fórmula y en su mejor drive del partido Cam Newton anotaba un touchdown acrobático después de siete minutos y medio y catorce jugadas. 17-10 y la cosa se animaba.

Aunque solo fue un espejismo. De inmediato volvió el juego errático de Houston del que se contagió Carolina. Ninguno de los hacía nada de provecho y el choque se eternizaba hasta que Mallett fue interceptado por Klein y en la siguiente jugada Newton conectaba con Corey Brown y ponía a los locales dos touchdowns por delante (24-10).

Quedaban nueve minutos y la gente ya se marchaba a su casa, pensando que había poco más que ver, pero entonces volvió a aparecer el Mallett corajudo de la semana pasada, y a base de corazón se atravesó el campo mientras la defensa de Carolina (cómo se echa de menos el carácter de Kuechly) les dejaba hacer. Un concierto de solista de Mallett en shotgun terminó en touchdown en poco más de dos minutos.

El partido se incendiaba y Carolina quemaba su siguiente serie intentando comerse el reloj, pero no lo consiguió y dejó 2:44 minutos a un Mallet que coqueteó con el empate hasta el último momento, mientras el público de Carolina se frotaba los ojos sin llegar a entender que su equipo no hubiera cerrado el encuentro muchísimo antes, y hubiera permitido que se llegara a esa situación. Sin embargo, una vez más se vio que ni el ataque de los Texans tiene los recursos, ni Mallet la experiencia suficiente, para culminar una remontada que no hubiera hecho justicia a lo que habíamos presenciado.

Los Texans tienen mucho trabajo por delante… pero los Panthers también tienen que replantearse muchas cosas si quieren tener algún futuro.