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RUGBY | MUNDIAL

Francia cumple ante Italia (32-10) pero pierde a Huget

Triunfo cómodo de Irlanda, campanada de Japón ante Sudáfrica y victoria de Georgia que podría abrir la puerta a España para el Mundial de 2019.

El francés Huget supera a McLean.
ADRIAN DENNISAFP

La segunda jornada del Mundial de Rugby dejó el subidón del triunfo histórico de Japón ante Sudáfrica (32-34) y también detalles a tener en cuenta durante los tres partidos que completaban el sábado oval. Irlanda va como un tiro y derrotó sin apuros (50-7) a una débil Canadá. Antes, Georgia venció 17-10 a Tonga y eso, aunque a muchos le suene lejano, puede abrir las puertas a España para el Mundial de Japón (2019). ¿Cómo? Si los Lelos acaban terceros del Grupo C tendrán sitio asegurado y las plazas europeas por las que lucharán Rumanía, España o Rusia tendrán al rival más duro fuera del camino.

Este domingo, turno de los All Blacks ante los Pumas

La actual campeona y gran favorita, Nueva Zelanda, arranca este Mundial ante Argentina (17:45 horas) en Wembley. Steve Hansen no quiere sustos, sabe que es el adversario más fuerte que le espera en la fase de grupos y sacará a su mejor XV, la alineación con la que podría plantarse perfectamente en la final. Será un gran partido si Argentina, como ya hizo en el Championship firma una gran actuación. Completan la jornada dominical el Samoa-Estados Unidos (13:00 horas) y el Gales-Uruguay (15:30).

El duelo estrella, en teoría, era el Francia-Italia en Twickenham. El Gallo, sin hacer nada del otro mundo, dejó en evidencia a la selección azzurri. Michalak movió a Les Bleus y además les aportó una cómoda ventaja firmando 5 golpes de castigo y transformando los dos ensayos de los pilares Slimani y Mas. Spedding cerró la cuenta francesa mientras que en Italia Venditti firmó el único try y Allan hizo el resto con el pie. Pero lo peor del choque fue, sin duda, el capítulo de lesiones. Italia, con un recorrido más corto, se quedó sin Masi (tobillo) y Francia perdió a Huget con una posible lesión de rodilla. Su jugador más desequilibrante a juego abierto, de lo poco fiable y consistente que le quedaba a Saint-André en esta Francia venida a menos pero que siempre deja algún destello en los Mundiales.