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La Batalla de Texas está siendo un paseo para los Rangers

Hay que reconocer que a principios de semana, había una serie que levantaba muchas expectativas respecto a las opciones que se presentaban para ambos conjuntos de cara a llegar a los playoffs y lograr el objetivo que persigue toda franquicia: hacer algo grande y llegar a las Series Mundiales.

Y no, esa serie no era la que tiene como protagonistas a los Pittsburgh Pirates y a los Chicago Cubs, partidos que están siendo muy apretados y emocionantes además de no estar exentos de polémica.

La serie a la que me refiero era la que medía a los Texas Rangers y a los Houston Astros en el Globe Life Park de Arlington, hogar de los primeros. Pero esa serie se asemeja más al mítico título del cine de terror “La matanza de Texas”, sobre todo por incomparecencia del rival, que en este caso son los que hasta hace nada eran líderes de la división.

Cuanto más tiempo ha transcurrido en esta serie, más evidente resulta que hay un equipo en alza como son los Rangers y uno que no termina de corregir esta peligrosa espiral descendente que les puede condenar a disputar el partido de wild card, potencialmente en el Yankee Stadium frente a los Bombarderos del Bronx.

La contagiosa actitud positiva de la que están haciendo gala los chicos dirigidos por Jeff Banister contrasta con la de uno que no necesariamente ha tocado fondo pero si muestra síntomas de un club que ha golpeado contra ese muro invisible con el que choca todo equipo a lo largo de un año y han elegido un horrible momento para ello.

Es verdad que los Astros han tenido opciones de haberse impuesto en alguno de los choques, especialmente el primero, pero a la hora de la verdad no han sido capaces de ejecutar las jugadas o lanzamientos que se precisaban.

A la hora de detener esa sangría, los pupilos de A.J. Hinch contaban con el prodigioso brazo de Dallas Keuchel para el tercer encuentro de la serie. Básicamente este jugador había sido el mejor pitcher de toda la Liga Americana, quizás no con una diferencia sideral respecto a David Price o Sonny Gray pero sí estaba en una posición de privilegio de cara a ganar el Cy Young.

Apenas unas horas más tarde, Keuchel no sólo cosechaba la tercera derrota seguida en las series, no pudiendo actuar como tope de esa caída libre, sino que realizaba su peor actuación como profesional, concediendo nueve carreras en cuatro entradas y dos tercios. Y abre la puerta al premio a un David Price absolutamente lanzado.

De pasar a liderar la división por apenas medio partido, la desventaja alcanza ahora el partido y medio.

Un equipo ha ocupado el primer puesto de la División Oeste de la Liga Americana apenas 133 días deja paso a uno que lo lleva liderando la friolera de dos jornadas…

Ya hemos hablado con anterioridad de las dificultades de los Astros cuando actúan como visitantes, de hecho con 29-45 es la peor marca de todos los que aspiran a playoff, pero no es excusa para que los Astros pierdan las visitas a Oakland, Los Ángeles y ahora Texas.

Y para el último encuentro, los Astros dependerán del magnífico rookie Lance McCullers.

Sin embargo, no hay que dramatizar ya que los Astros siguen en playoff pero no pueden descuidarse ni por un instante porque tanto los Angels como los Twins están a la espera de su oportunidad.

Es de esperar que la pesadilla en la que están sumidos los Astros acabe más pronto que tarde y el propicio calendario que les aguarda en el fortín que es el Minute Maid Park es el mejor bálsamo para curarse de sus heridas.

O eso esperan.