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Sacar conclusiones de la Semana 1 es muy prematuro

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La tan ansiada Semana 1 ya es historia y las conclusiones que se pueden sacar de los primeros 16 juegos de la temporada regular son, en su mayoría, vagas o hasta precipitadas.

De acuerdo, el objetivo de la pretemporada es que la puesta a punto de un equipo se acerque al nivel ideal que proyecta el staff de coacheo, pero la realidad es que los juegos de preparación sirven de poco para este fin, pues, en realidad, si se administra bien el tiempo, los titulares juegan tres cuartos juntos en un periodo de cuatro partidos.

Es muy complicado que un equipo entre en ritmo en tan poco tiempo y eso se refleja en mayor o menor medida enla Semana1 de la temporada regular.

Quizá sea enla Semana 3 cuando la mayoría de los equipos ya estén adaptados a sus nuevos jugadores y sistemas de juego (nótese el caso de Denver a la ofensiva), así que la conclusión más acertada del primer fin de semana de NFL es que no todo lo que brilló es oro ni todos los zarandeados son tan malos.

LA YARDA IMPOSIBLE

Siempre he considerado que un coach o coordinador ofensivo evidencian su temor a ganar cuando deciden correr por el centro de la línea de scrimmage (dentro de los tacles) en situaciones de gol o de una yarda.

¿Tan difícil es engañar a la defensiva rival con un roll out del quarterback a cualquier lado o un pase a algún receptor que haya dado la impresión de bloquear antes de salir a su ruta de pase?

Esas acciones tienen más probabilidades de dar resultados, porque todo mundo espera al corredor por algún punto de la línea de scrimmage, donde habrá más defensivos.

Sin embargo, un coach alguna vez me explicó que las jugadas directas en corto yardaje son, muchas veces, una manifestación de poder, de voluntad entre las dos líneas frontales, la ofensiva y la defensiva y ganar esa batalla es valioso desde el punto de vista psicológico.

La explicación me pareció sensata, más si se considera al futbol americano como un deporte en el que el aspecto emocional juega un papel importante en el desarrollo de un juego o hasta de una temporada.

Sin embargo, cuando siete meses no han resultado suficientes para entender por qué decidió lanzar un pase corto a una yarda de la zona final en el Súper Tazón XLIV, Pete Carroll nos vuelve a sorprender con un error en una situación comprometida, aunque no del calibre de aquél juego por el título.

En tiempo extra y abajo por un gol de campo, en cuarta oportunidad y una yarda para el primero y 10 en la yarda 41 de San Luis, Carroll aprobó la decisión de darle el ovoide a Marshawn Lynch –como no lo hizo hace siete meses ante Nueva Inglaterra—para mantener el ataque de Seattle con vida.

Se agradece el arrojo de Carroll, pero, ¿y el ingenio? En formación shotgun, Russell Wilson y Lynch se alinearon a cuatro yardas de la línea de scrimmage, a merced de la penetración de la defensiva de San Luis en un acarreo. El resultado: Lynch fue tacleado a tres yardas del primero y 10 y los Carneros sentenciaron el triunfo y la sorpresa por 34-31.

Russell debió estar detrás del centro para darle el balón a Lynch, quien hubiera dejado ir todo su impulso hacia la línea de scrimmage y ganar esa yarda que muchas veces resulta ser la más difícil. Para Carroll se ha convertido en un imposible.Y ni hablar de Tom Coughlin y la implosión de los Gigantes en Dallas.

Rashad Jennings RB de New York Giants
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Rashad Jennings RB de New York GiantsTim HeitmanUSA Today Sports

Con Nueva York arriba 23-20 y con 1:40 minutos por jugar, Coughlin ordenó que Rashad Jennings no entrara a la zona final en un par de ocasiones por no saber con certeza que Dallas aún no usaba su último tiempo fuera. Su intención era consumir tiempo en el reloj, pero los Vaqueros aún podían frenarlo, como sucedió.

Ese error mental, mandar a Eli Manning a lanzar en tercera oportunidad a una yarda de las diagonales y que el quarterback lanzara ese pase hacia fuera del campo contribuyeron a darle el triunfo en bandeja de plata a los Vaqueros.

Si intentaron sorprender, los más sorprendidos fueron Carroll y Coughlin. Ojalá hayan aprendido la lección.

 

SI FUNCIONA, NO LO ARREGLES

Tres ataques terrestres respetados por los rivales tuvieron una arranque discreto de temporada, el de Kansas City, por la variedad de armas con las que cuenta a la ofensiva, el de Dallas, por la falta de un corredor titular indiscutible, y el de Filadelfia, por la necesidad de jugar por aire.

Con los Jefes, el ala cerrada Travis Kelce es la válvula de seguridad ideal para un quarterback como Alex Smith, quien vive de pases cortos y seguros.

Jamaal Charles corrió 16 veces para57 yardasy los Jefes sumaron 97 en total por esa vía, pero el gran día de Kelce, quien se despachó con106 yardasen seis recepciones, dos para touchdown.

En Dallas, la ausencia de DeMarco Murray fue notable desde el primer ataque de los Vaqueros ante Gigantes y en el que Tony Romo lanzó 11 pases cortos, de los que completó nueve, en una serie de 17 jugadas que duró más de 10 minutos y concluyó con un gol de campo.

Por su lado, las Águilas tienen a Murray, líder corredor de 2014, pero la versatilidad de su ataque hace ver difícil que enfoquen sus baterías a atacar por tierra, a menos que sea necesario.

LUZ Y SOMBRA

No es lo mismo ser la primera selección colegial que la segunda y la diferencia entre una y otra la marcaron 28 puntos, pero ni Jameis Winston es tan malo ni Marcus Mariota es tan bueno.

Jameis Winston y Marcus Mariota tras su debut en la NFL.
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Jameis Winston y Marcus Mariota tras su debut en la NFL.Jonathan DyerUSA Today Sports

No por nada Tampa Bay y Tennessee tuvieron las dos primeras selecciones del pasado Draft. Es decir, ambos equipos están en reconstrucción y eso implica irregularidad notable en varios frentes y en un duelo entre dos de los equipos más débiles dela NFL, a los Bucaneros y a Winston les tocó tener el mal día.

Por otro lado, ya no hay duda, la edad ya le comenzó a cobrar factura a Peyton Manning, y enfrentar a la defensiva de Baltimore tampoco le ayudó.

Ya no con la misma frecuencia, pero Manning aún montará shows de 300 y400 yardas, pero su edad se reflejará en duelos como el de la Semana 1, ante defensivas rápidas y agobiantes.

SUH Y “PACMAN” SIENDO SUH Y “PACMAN”

Estas son las situaciones que hacen incomprensible el actuar dela NFL, que se fue con todo contra Tom Brady con base a un reporte que no presentó pruebas irrefutables en el Deflategate, pero que condona agresiones en el campo.

Si bien lo de Ndamukong Suh hizo no fue una agresión física, sí es difícil darle el beneficio de la duda a un jugador que ha llenado su expediente de multas por agredir a rivales.

Suh tacleó al corredor de Washington, Alfred Morris, y al levantarse, discretamente pasa su rodilla derecha lo suficientemente cerca del casco de Morris para botárselo.

De ahí no pasó, pero sila NFLse pronunció al respecto, es porque algo vio, pero no lo determinó flagrante.

A su vez, Adam “Pacman” Jones se enfrascó en un duelo verbal con el novato receptor de Oakland, Amari Cooper, que pasó a lo físico. Al taclear a Cooper, Jones quedó encima y le azotó la cabeza al piso; el casco de Cooper se zafó y Jones volvió a azotarlo contra él.

Los réferis no marcaron nada y Jones se salvó de ser expulsado. Lo más seguro es que no librará la multa, pero que no se suspenda a un jugador con historial de violencia es un mal mensaje dela NFL.