Carroll, Coughlin, Fox... más cordura por favor
La intercepción de Malcolm Butler, cuando los Seattle Seahawks pasaron contra todo pronóstico, teniendo segundo down en la yarda 1 de los Patriots en la pasada Super Bowl, tendría que haber enseñado mucho a los entrenadores de la NFL. El fallo en la decisión de Pete Carroll, actuando contra el “librito” de jugadas del fútbol americano profesional y el propio sentido común, tuvo un coste inmenso para el brillante head coach de los Seahawks.
Sin embargo, en la primera jornada de esta nueva temporada no solo el propio Carroll, sino otros dos entrenadores de los que más canas peinan en toda la liga, John Fox y, sobre todo, Tom Coughlin, tuvieron errores similares que el del entrenador de los Seahawks, eligiendo el juego o una formación obvia de pase por encima del sentido común.
En St. Louis, los Seahawks necesitaban convertir de nuevo una acción de una yarda. Era cuarta oportunidad y haberlo logrado les garantizaba prácticamente entrar en terreno de field goal para, al menos, empatar en la prórroga. Esta vez, Carroll sí que mandó una carrera, pero desde la formación shotgun. Marshawn Lynch, en un draw, recibió el balón a cinco yardas de distancia de la línea imaginaria de primer down y la penetración de la defensa de los Rams hizo imposible el intento. ¿No hubiera sido mejor, después de fichar a Fred Jackson, un especialista en jugadas de corta distancia, haberse colocado con Russell Wilson detrás del center y haber atacado la línea de scrimmage directamente con Jackson o el propio Lynch?
En Chicago, los Bears necesitaban un touchdown para mantenerse vivos en una batalla que perdían con los Packers por ocho puntos, mediado el último cuarto. Chicago tuvo tres acciones desde la yarda 2 visitante y, a pesar de que Matt Forte rebasó las 140 yardas de carrera en el encuentro, Fox optó por tres lanzamientos de Jay Cutler, todos incompletos…
El colmo de la falta de sentido común llegó en Dallas pocas horas más tarde. Los Giants tenían el partido prácticamente en el bolsillo. Podían ponerse seis puntos por delante, dejando a los Cowboys alrededor de 50 segundos para recorrer todo el campo y necesitar un touchdown. Sin embargo, en tercer down, Coughlin mandó un pase. Eli Manning no encontró a ningún compañero y, al caer el balón y detenerse el reloj, Dallas obtuvo 40 segundos extra que acabaron siendo letales para el cuadro neoyorquino.
Hace casi 50 años, cuando la primera Super Bowl, el fútbol americano no era tan divertido como ahora. No había múltiples opciones de pase, con hasta cinco receptores abierto volando por todo el campo. Las formaciones se limitaban a dos running backs, dos wide receivers y un tight end. El mejor entrenador de aquella época –y para mí de todos los tiempos-, Vince Lombardi, basaba su sistema de ataque en repetir las jugadas hasta la saciedad, en no tener muchas variaciones, pero conocer el repertorio de memoria. Así, Lombardi hacia que sus jugadores se dirigieran al comedor, después del entrenamiento, emulando la famosa Power Sweep que tantos éxitos le dio. En la que a la postre sería la primera final de la Conferencia Nacional, Green Bay recibió a Dallas en el famoso partido conocido como el Ice Bowl. Aquel día, los Packers necesitaban recorrer una yarda para ganar el encuentro en los últimos segundos. El quarterback Bart Starr simplemente hizo un sneak detrás del center para clasificar a Green Bay a la primera Super Bowl. Unos dicen que la decisión la tomo el propio Starr; otros, que Lombardi. Lo que está claro es que, en ella, imperó el sentido común.
Cinco cosas que pienso:
1. Pienso que, al final de la temporada, Matt Forte encabezará la liga en yardas totales, siempre y cuando lo respeten las lesiones.
2. Pienso que no solo es el calendario el que hace una temporada más o menos difícil para un equipo, sino el orden de los partidos. Imaginaros por un momento que Buffalo hubiera empezado en Indianapolis y después hubiera tenido que viajar a New England, en lugar de recibir a ambos en casa… La leyenda de Rex Ryan en el Norte del Estado de Nueva York no hubiera comenzado jamás. Ahora, si gana a los Patriots, se iniciará con toda seguridad. ¿Hubieran perdido los Seahawks contra los Rams si se hubiera jugado en Seattle en lugar de en St. Louis, hubieran ganado los Cardinals a los Saints si hubieran jugado a orillas del Mississippi y no en pleno desierto…?
3. Pienso que hace un mes nadie hubiera creído que Tom Brady (entonces sancionado) iba a lanzar más touchdowns en la primera jornada que los hermanos Manning, Russell Wilson, Joe Flacco, Drew Brees y “Big Ben” juntos.
4. Su equipo solo ha jugado un partido, pero pienso que los aficionados de Cleveland volverán a tener una temporada muy, pero que muy larga.
5. Me reafirmo en mis pensamientos anteriores al inicio de temporada, pienso que Kansas City gana la División Oeste de la AFC este año y Atlanta la de la NFC.