El Balonmano Aragón pagó los platos rotos de que el Barcelona Lassa no pudiera ganar esta semana la Superglobe (Mundial de Clubes) y sufrió la ira de un equipo enrabietado que dejó sentenciada la contienda bastante antes del descanso. El equipo de Xavi Pascual salió muy mentalizado al parqué del pabellón Siglo XXI y desde el primer instante jugó al cien por cien haciendo valer su clara superioridad en todos los terrenos ante un rival valiente, que en lugar de jugar a estirar sus posesiones para intentar un marcador bajo y recibir pocos goles quiso hacerlo de tú a tú y plantear el encuentro como si fuera contra cualquier otro rival. Sin embargo, el Balonmano Aragón cometió demasiados errores en ataque con pérdidas de balón y esto le penalizó tremendamente ante jugadores de una gran calidad. Esas contras permitieron a los visitantes abrir una brecha en el marcador desde el inicio del encuentro y así en el minuto 11 el conjunto catalán ya vencía por un claro 3-9 gracias a un inspirado Gudjon Sigurdsson, que acabó con ocho tantos el primer periodo de los que cuatro de ellos los logró en los primeros trece minutos. Al islandés le tomó el relevo en la faceta anotadora el extremo del otro lado, Víctor Tomás, que finalizó con cinco este periodo y fue el segundo estilete de los azulgranas, para llevar a los suyos a dejar el marcador al final de los primeros treinta minutos con un resultado que cerraba la contienda (8-22). Tras el intermedio el campeón de Liga y de Europa pareció darse por satisfecho y bajó el pistón, lo que permitió respirar algo al conjunto zaragozano, aunque en el tramo final recuperó su voracidad para acabar con un marcador muy abultado. A pesar de eso el BM Aragón no le perdió la cara al encuentro y siguió tomándoselo como un reto y como una preparación para cuando lleguen los partidos de su liga.