NFL - Caso Deflategate
Los dueños estudian apartar a Goodell de temas disciplinarios
Las consecuencias de la derrota del comisionado en el caso Deflategate no se han hecho esperar y Goodell puede perder competencias y autoridad.
Según informó el viernes Mark Marske, en Washington Post, varias personas cercanas a la liga han afirmado que los propietarios de los 32 equipos de la NFL están valorando la posibilidad de apartar a Roger Goodell de todo lo que tenga que ver con cuestiones disciplinarias de jugadores de la NFL. Según un propietario que pidió mantener el anonimato, “el tema se va a discutir” aunque “no estoy seguro de cómo acabará”.
Según este mismo periódico, es pronto para saber si hay suficientes propietarios dispuestos a tomar una decisión así, que reduciría significativamente la autoridad del comisionado. De hecho, sería darle la razón al sindicato de jugadores, que lleva mucho tiempo pidiendo la creación de la figura de un árbitro neutral que tome ese tipo de decisiones.
La próxima reunión de propietarios será en octubre, aunque no es seguro que ese tema se trate en ella. Recordemos que esa reunión puede ser decisiva para el movimiento de franquicias a Los Ángeles, uno de los temas estrella de la etapa de Roger Goodell como comisionado.
En los últimos meses, tras la repercusión del caso Deflategate, y la imagen de desunión dentro de la NFL que estaba proyectando, varios propietarios, como Arthur Blank (Falcons), manifestaron en público la necesidad de cambiar los procesos disciplinarios de la NFL: “no es sano para la NFL mantener el estado de litigio permanente que ha mantenido en los últimos años”.
Este puede ser el primer paso que precipite el relevo de Roger Goodell como comisionado. Sin embargo, los propietarios se resistirán a tomar una decisión así porque su gestión en asuntos económicos ha sido magnífica para ellos. Está por ver si se conforman con apartarle de cuestiones más espinosas, y que tienen que ver con la relación con los jugadores, en las que el comisionado siempre se ha mostrado muy beligerante y bastante antipático para la opinión pública.
Además, en 2020 la NFL y la asociación de jugadores tendrá que negociar un nuevo convenio colectivo y Goodell salió como gran triunfador en la firma del anterior acuerdo. Por eso, los propietarios, tradicionalmente muy conservadores, se pensarán muy mucho sustituir a un hombre cuya imagen está muy dañada por los últimos conflictos (Ray Rice, Adrian Peterson, Deflategate), pero que sin embargo parece una garantía de éxito en ese tipo de negociaciones. Además, en caso de que se decidieran a sustituirlo, deberán hacerlo cuanto antes para que su sucesor prepare con tiempo esa cita de 2020, que posiblemente sería la más importante de su mandato.
Las consecuencias de la sentencia del caso Deflategate no se están haciendo esperar, y por eso cada vez parece más sorprendente el empeño puesto por el comisionado en este caso en concreto. Parecía que era la punta del iceberg de una guerra de poder entre los propietarios de la NFL y, sin embargo, o están dejando solo al comisionado después de su derrota, o fue él quien se lanzó al vació en una cuestión que, sin no termina por costarle el puesto, al menos dejará muy mermado su poder y su capacidad de decisión y autoridad.