El Barcelona suma una nueva Supercopa de España

La vida sigue igual que la temporada anterior. Juega el Barcelona la Supercopa, le genera problemas el Granollers, como en el último partido de la pasada campaña, y la final la gana como siempre el equipo azulgrana (26-23), primer título de la temporada en un mes que puede ganar dos (La Super Globe, la próxima semana). No se cansa de ganar el equipo de Pasqui, que incluso lo celebra como si fuese algo novedoso. Es lo que tiene este equipo, que se esfuerza cada día, y con tanta superioridad física es imposible cazarle en un renuncio.

No fue su mejor partido, ni de lejos, pero lo resuelve a la larga. En sesenta minutos destroza la fuerza mental de los rivales, y la física, y eso que ayer acabó el partido sin cuatros jugadores de los que marca diferencias con la talla: Syprzak (2,10 metros), Kopljar (2,10), Rutenka (1,99) y Jallouz (1,97).

Tiene tantas posibilidades el Barça que agota la concentración del rival, y mientras el Granollers estuvo lúcido le plantó cara al conjunto barcelonista (21-19 en el minuto 50), pero tres errores, y adiós (26-21), todo roto, tirado por la borda un tremendo trabajo de control del ritmo del choque, de los pases, de todo. Y eso lo consiguió el Barcelona con la enorme intensidad de Víctor Tomás, la seguridad de Lazarov en el tiro, y la apuesta de sentar a los laterales diestros para jugar con Sarmiento y Entrerríos juntos, dos centrales menos previsibles en sus acciones para la defensa de un Granollers de notable que tuvo en Almeida un bastión.