A los Mets de Nueva York les empieza a temblar el pulso
Los New York Mets, uno de los equipos revelación de la temporada, burlando el puesto de campeón de la División Este de la Liga Nacional a los máximos favoritos a principio de temporada, Washington Nationals, está siendo afectado por los nervios propios de un equipo el cual hace casi una década que no pisa suelo de postemporada y que carece de experiencia en tales lares.
Durante varias fases durante la temporada regular fue el equipo de moda. Los Mets era ese equipo atípico que le costaba una vida eterna llegar al home para remolcar carreras pero que ganaban partidos por el gran pitcheo que poseían, pese a la multitud de lesiones por las que el equipo de Terry Collins ha sido afectado. El primer jugador que tuvo que subir directo desde las Ligas Menores fue Noah Syndergaard quien pronto dejó grandes destellos de su calidad. La gran temporada de Bartolo Colón a principio de temporada y también de los dos mejores abridores de los Mets, Jacob deGrom y ‘el caballero oscuro’ Matt Harvey, quien volvía tras un largo parón por una Tommy John. Posteriormente debemos también hablar del estelar debut de Steven Matz, quien no ha encontrado continuidad por las lesiones, y Jon Niese, que es un abridor tremendamente irregular.
Sin embargo, fue a partir del cierre del mercado de traspasos cuando los Mets dieron un vuelco en su juego, con una tremenda ofensiva haciéndole durante el mes de agosto uno de los equipos que más carreras ha anotado, además de batir prácticamente todos los récords de la franquicia en un mes. Un equipo capaz de anotar más de 10 carreras de media durante una serie y barrer en varias ocasiones a equipos que están lejos del nivel de los Mets y que le valieron para conseguir una amplia ventaja sobre los capitalinos de los Nationals. Una ofensiva con Yoenis Céspedes en los jardines, la subida de Michael Conforto desde Las Menores, el revulsivo venezolano (y héroe en Queens tras su ‘no-traspaso’) de Wilmer Flores, aparte de la reaparición del capitán David Wright hacían que los Mets fuesen un equipo referencia.
Pero no es oro todo lo que reluce. De algún pie deben cojear los Metropolitanos. Y es que Terry Collins, en vísperas de playoffs, empezó a lavarse las manos con distintas estrategias para intentar llegar con el equipo lo más sano posible a octubre. El primero fue Logan Verrett, quien suplió a Matt Harvey en una apertura (fantástico día tuvo Logan Verrett) para que Matt Harvey tuviese descanso. De hecho, tuvo 11 días de descanso antes de su última apertura ante los Medias Rojas de Boston. Terry Collins tiene pensado hacerlo con sus mejores abridores al menos una vez antes de que termine la temporada regular para mantenerlos lo más frescos posibles.
Jacob deGrom, quien era el mejor abridor del equipo y el mejor de la Nacional (exceptuando a Zach Greinke), tenía una efectividad inferior a los 2 puntos, sin embargo las últimas dos aperturas donde permitió 8 carreras en 8.2 IP han hecho que su efectividad subiese a 2.30, y de esta manera difuminar su fantástica temporada. Entre esos dos partidos, estuvo el peor partido de su carrera deportiva en la MLB con 6 permitidas ante los Phillies en 2.2 entradas. Y parece que a Jacob deGrom no le sienta nada bien estar en el punto de mira de todos los focos y le empieza a temblar el pulso. Los últimos partidos de Bartolo Colón están siendo para olvidar e incluso han llevado a Terry Collins a empezar a considerar la opción de dejarle fuera de la postemporada. Matt Harvey es el único que está manteniendo el nivel, e incluso ha llegadoa mejorarlo.
El bullpen ha pasado muy malos momentos. Hansel Robles, jugador que Terry Collins está utilizando ahora más que nunca para dar descanso a sus mejores jugadores está siendo un completo desastre. Jeurys Familia tuvo unas semanas donde se le hacía imposible cerrar un partido. Y así una larga lista donde la mejor arma de los Mets durante la temporada, el relevo, parecía ser la peor en lo restante.
Durante toda la temporada, Mets ha sido el tercer equipo con mejor efectividad de lanzamiento solamente por detrás de Cardinals y Pirates y si solamente contamos la última semana los Mets es el 13º mejor equipo. Eso es fruto del nerviosismo y de la presión a la que están sometidos los abridores de los Mets en este último mes de temporada regular. Un mes donde deben acabar de consolidar la gran temporada realizada aprovechando la buena ventaja que tienen sobre los Nationals.
Así que los objetivos importantes pasan directamente por controlar el nerviosismo de los lanzadores que están pasando por un mal momento, pese a que los Mets siguen ganando gracias a su fantástica ofensiva del último mes.