NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BOLT, EL MÁS GRANDE DE LA HISTORIA 43)

Bolt se autodestruye con la nula más famosa e la historia

En los Mundiales de Daegu partió de los tacos de salda antes de que sonase el disparo. Se resarció ganando os 200 metros y el relevo 4x100.

MadridActualizado a
Usain Bolt se lamenta tras su salida nula en los 100 metros de Daegu..

Tras sus exhibiciones apabullantes de los Juegos de Pekín 2008 y los Mundiales de Berlín 2009, Bolt confiesa que en 2010 su objetivo no es establecer nuevos récords mundiales, aunque sí intenta superar la plusmarca de la inusual distancia de los 300 metros. Pero antes, en Kingston, el 1 de mayo, corre los 200 en 19.56. El 27 de ese mismo mes, en Ostrava, reunión de segundo nivel internacional con la que mantiene excelentes relaciones, ataca los 30.85 que Michael Johnson había conseguido en esos 300 metros el 24 de febrero de 2000, ayudado por la altitud de Pretoria. Bolt termina en 30.97, segunda mejor marca de siempre, pero se produce una lesión en el Tendón de Aquiles.

En la DN Galan de Estocolmo cede ante Tyson Gay, con marcas respectivas de 9.84 y de 9.97. Es su segunda derrota histórica en el hectómetro. Curiosamente, la anterior se produjo en la misma pista, dos años atrás, ante Asafa Powell, con tiempos respectivos de 9.88 y 9.89.

Nuevo reto en Daegu

En la temporada siguiente afronta el reto ya habitual: vencer en 100, 200 y 4x100 metros. En este caso en los Mundiales de Daegu. Y ahí se produce su descalabro más famoso: en el hectómetro es eliminado por una salida nula de libro, en la que se puso en acción incluso antes de que sonase el disparo. “Usain ha salido ridículamente pronto”, dijo el juez de la prueba en una entrevista. Según la percepción más generalizada, El Relámpago apuró extraordinariamente la partida porque sabía que su amigo, compatriota y compañero de entrenamientos Yohan Blake estaba en gran forma. Y él, un hombre con tendencia a partir lento, se autodestruyó con una salida kamikace.

Ni siquiera protestó por la eliminación, de tan evidente, y dio un ejemplo de deportividad cuando alguien achacó esa salida falsa a que Blake, a su lado, se había movido. “Yohan ha estado quieto, como todo el mundo. La culpa es sólo mía”, dijo. La victoria fue para Blake, con 9.92, registro perjudicado por un viento contrario de 1,4 metros por segundo. Y sobre éste, conocido como La Bestia, por la dureza de sus entrenamientos, pero ya para siempre como una losa la eterna duda: ¿hubiera ganado a Bolt?. Maurice Greene, ex campeón mundial y olímpico de 100 aseguró desde su posición de comentarista en Eurosport que sí, que Yohan hubiera relegado a Usain.

Bolt se congració consigo mismo en los 200 metros, en los que venció con 19.40, dejando muy atrás al estadounidense Walter Dix (19.70) y al francés blanco Christophe Lemaitre (19.80). Y se resarció aún más en el relevo, en el que Jamaica venció con un cuarteto formado por Nesta Carter, Michael Frater, Yohan Blake y Usain Bolt. La marca, 37.04, ya en las inmediaciones de la barrera de los 37 segundos, que los caribeños iban a romper en 2012. 

Juegos de Londres

En ese año se celebraban los Juegos Olímpicos de Londres. Objetivo triple, nuevamente. Y objetivo cumplido, aunque el desarrollo de la temporada no parecía preverlo. Y es que en los Campeonatos de Jamaica, los Trials selectivos para la capital londinense, Yohan Blake se mostró superior tanto en 100 como en 200 metros. En la primera distancia se impuso a Usain Bolt con tiempos respectivos de 9.75 y 9.86 y en la segunda por 19.80 y 19.83.

Antes de la cita olímpica Blake se mantuvo en esas marcas y Usain Bolt mejoró en 100 (9.76) y no en la media vuelta a la pista. Pero en los Juegos la capacidad competitiva del atleta de Trelawny sale a relucir de nuevo y se impone con facilidad.

En los 100 metros vence con 9.63, récord olímpico, por delante de Blake (9.75) y del estadounidense Justin Gatlin (9.79), que regresa de una sanción por dopaje. Cuarto es el también norteamericano Tyson Gay (9.80), que posteriormente es descalificado por dopaje, promovido, al parecer, por su entrenador, Jon Drummond, ex velocista de élite que tiempo después también fue castigado como técnico.

En la distancia doble Bolt gana de nuevo con 19.32, dejando atrás a Blake (19.44, mejor marca histórica para un derrotado) y al también jamaicano Warren Weir (19.84). Triplete caribeño.

Y como remate final, récord mundial en 4x100 metros. Nesta Carter, Michael Frater, Yohan Blake y Usain Bolt (el mismo equipo que un año antes, en los Mundiales de Daegu) rompen la barrera de los 37 segundos: 36.84, con Bolt finalizando en 8.8. Estados Unidos es segundo, con récord nacional (37.04), pero la presencia de Gay en el equipo hace que los yanquis sean despojados de la medalla de plata por dopaje. Los trinitenses (38.12) pasan a ser subcampeones y Francia accede a la tercera plaza (38.16).

Triplete, pero sin récords

La temporada siguiente, nuevo proyecto, casi casi rutinario, si no fuera porque esa rutina vencedora es de alta prestación y de inmensa dificultad: sumar tres oros en 100, 200 y el relevo corto, esta vez en los Mundiales de Moscú. Las cosas parecen torcerse un poco al principio, porque el 6 de junio, en la Golden Gala de Roma es derrotado por el estadounidense Justin Gatlin: 9.94 por 9.95.

Pero a las vísperas de esos Mundiales El Relámpago llega ya como líder del año por los 9.85 de Londres (26 de julio) y los 19.73 de París, el 6 de ese mismo mes. Y en la capital rusa, en el renovado estadio que acogió los Juegos Olímpicos de 1980, se alza de nuevo con las tres victorias.

En los 100 metros marca 9.77 y deja atrás a Gatlin (9.85) y al jamaicano Nesta Carter (9.95); en los 200 bate con 19.66 al también caribeño Warren Weir (19.79) con el norteamericano Curtis Mitchell (20.04) como medallista de bronce, y en el relevo rápido el cuarteto formado por Carter, Kemar Bailey-Cole, Nickel Ashmeade y Bolt se alza con la victoria y un registro de 37.36. La plata fue para Estados Unidos (37.66) y el bronce para Canadá (37.92).

Era la primera vez que Usain no batía récords mundiales desde su explosión en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, pero se contentó con empatar las diez medallas (nueve de oro) conquistadas por Carl Lewis en la historia de los Mundiales. Una igualada que iba a romper en este 2015.

Próximo capítulo: El Dj fan de los nuggets y de los coches rápidos