NATACIÓN
Jaime Caballero hace historia en Eivissa
Marca un nuevo hito al convertirse en el primer nadador que consigue cruzar a nado los más de 120 kilómetros de su perímetro.
Se ha convertido en la primera persona que lo consigue. Este hecho tiene especial importancia y mérito, ya que, además de sus muchos kilómetros, vientos y corrientes, lo ha hecho sin ningún tipo de ayuda externa (neopreno, aletas o cualquier otra cosa que aporte ayuda al nadador). Ha seguido a rajatabla la Normativa FINA.
Caballero fue en todo momento acompañado por Txapete (que capitaneaba el barco), Ander Vilariño (daba avituallamiento y nadaba momentos con Caballero), Aaron Sánchez (Entrenador), Juanjo Serra (experimentado nadador de larga distancia en Aguas Abiertas que fue pieza fundamental para el desarrollo de la prueba. Además de su conocimiento de la zona, aportó material necesario para el seguimiento de la prueba on line, entre otras cosas), Andrés Azpilicueta (piragua que guía al nadador) y, por supuesto, Gines Paredes que, además de ceder su barco, ha organizado muchos eventos y contactado con muchas personas que ayuden a la consecución de objetivos, como recaudaciones de fondos que contribuyan a impulsar la investigación de la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica).
Primer día (19 Agosto):
Viento al comienzo y olas en contra hasta que comienza una gran tormenta. A la quinta hora perdieron el Norte literalmente, y al verse perdidos en el mar y no encontrar referencia alguna tuvieron que detenerse, buscar costa y volver al puerto más cercano: Santa Eulalia. Rompieron cabos en más de una ocasión, ya que llevaban una piragua amarrada y un ancla flotante que, tras los fuertes tirones y olas, rompieron.
Un mar tan duro mina mucho psicológicamente al nadador. Tras dos horas, más o menos, volvieron al mar y se concluyó la jornada en 8h38 con algunos pequeños encuentros desagradables con medusas. Llegaron hasta la Cala San Vicente. Los kilómetros nadados fueron unos 35 en línea recta.
Segundo día (20 Agosto):
Se empezó a nadar a las siete de la mañana y tras cuarenta minutos de nado tuvo el más desagradable encontronazo con un banco de medusas que tenía un diámetro de unos 400 metros. Se vio inmerso en un laberinto sin salida y le picaron dura y repetidamente durante largos minutos en piernas, brazos, espalda, cara, etc. Estuvo a punto de abandonar. Gracias a los ánimos de su equipo consiguió seguir y no dejarse abatir por estos fortísimos dolores y, sobre todo, miedos.
Lo peor fue que estos desagradables encontronazos empezaron a repetirse en cada cabo y puerto de la costa por los que debían pasar obligatoriamente. Jaime se aferró al pensamiento de: “Hay gente que lucha y resiste condiciones mucho más adversas, como son Fran y resto de afectados de ELA. Así que no te rindas ante estos dolores y sobre todo miedos que te provocan las medusas”. De esta forma, en 13h10 se completó la jornada más larga habiendo nadado más o menos 50 km, cruzando de una tirada casi media isla. De San Vicente, punto más este, a Cala Conta, punto más oeste. Con lo que estuvo literalmente de sol a sol nadando. Viendo su salida y puesta. Al final, en la bahía de San Antonio también el viento les presentó serios problemas al arrastrarse al oeste y alejarse de la costa. Juanjo le decía a Caballero: “Jaime, no pares y dale duro que estás derrapando mucho y nos alejamos de tierra”.
Tercer día (21 Agosto):
Se sale de Cala Conta. Las primeras dos horas todo fue bien, pero los problemas empezaron al girar en Es Vedrá. Los vientos empezaron a azotar con fuerza y dificultar seriamente al nado de Caballero, así como también aumentó la dificultad para el piragüista y la embarcación.
El otro terror empezó también a aparecer persistentemente bancos de medusas. Más de lo mismo: horror, terror, dolor… pero lo superó. La que iba a ser la jornada más corta, se calculaba más o menos ocho horas, se convirtieron en 11h43. Y unos 36 kms de recorrido. El peor punto fue Es Vedrá, había bancos de medusas en todas las esquinas lo que al igual que en todas las anteriores ocasiones obligaban al nadador a nadar a braza con mucha atención, que aun así no evitaría que fuese atacado repetidamente. Lo mismo durante la última hora. Sin cabo ni nada similar al frente, volvieron a aparecer. Caballero ya no soportaba más y pidió unas gafas nuevas, que le permitiesen ver un poco mejor lo que había a su alrededor.
¡Al final llegó! Y dando tumbos fue recibido con emoción por amigos y con especial interés se dirigió a dar un abrazo a su pilar y máximo referente de todo en la vida: Fran Otero (afectado de ELA desde hace 20 años).
Total: 33h31 en tres etapas para atravesar a nado sin neopreno los más de 120 kilómetros que componen el perímetro de la Isla de Ibiza.
Juanjo Serra comentaba sin cesar a la tripulación: "Lo que está haciendo Jaime ahora, dudo que alguna otra persona lo haga en las mismas condiciones. Porque aguantar estos envites de las medusas, corrientes y vientos de cara,……., no lo hace cualquiera. Es realmente muy duro".
Las conclusiones del nadador fueron: "El Mediterráneo es muy duro y ha sido con gran diferencia lo más duro que he hecho y haré nunca. Pero tengo que dar las gracias a mi equipo, sponsors, colaboradores, afectados y familia, que han sido soporte fundamental para que esto se realice".
Y lo importante es que los objetivos del nadador, dar visibilidad a esta cruel enfermedad y recaudación de fondos, se están consiguiendo. La Campaña de Recaudación todavía no ha terminado y quien quiera colaborar puede hacerlo haciendo su donación al número de cuenta: 0182 1574 8602 0152 1466.