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MUNDIALES DE PEKÍN | 800 METROS

El 'héroe' Rudisha recupera la hegemonía mundial de 800

“Ha sido un año muy difícil para mí. Lleno de desencuentros. El mes pasado tuve un problema con mi velocidad", dijo el keniano.

David Rudisha.
David Rudisha.SRDJAN SUKIEFE

Pekín vive hasta ahora el Mundial de los héroes. Si El Relámpago Bolt batió al villano Gatlin en 100 y Genzebe Dibaba arrasó en 1.500, en los 800 regresó a lo más alto David Lekuta Rudisha, apodado “El orgullo de África”. El masai no había vuelto a ser el mismo desde su récord mundial en los Juegos de Londres (1:40.91), cuando una larga lesión le frenó más de una temporada. Se perdió Moscú, perdía en carreras… hasta que ha llegado al Nido de Pájaro donde se colgó el oro con su zancada incontestable y su estilo front runner…

Sonó el disparo y Rudisha ya había cogido la cabeza para llevar el tren de una prueba que en su primer giro sería más lenta de lo esperado (54.17 el 400). Eso provocó un error de cálculo en el sorprendente bosnio Amel Tuka (líder del año con 1:42.51), que se colocó último. Demasiado atrás para luchar por el oro a un ritmo tan lento. Sí cogieron bien la posición el polaco Kszczot y el keniano Ferguson Cheruiyot (se llama así por el exentrenador del United). Pero ninguno de ellos pudo en la contrarrecta con Rudisha, sobre el que recaía la duda de como aguantaría las embestidas en el último 100. Mantuvo el tipo y fue más rápido que nadie. Consiguió su segundo oro mundial (ya lo fue en Daegu 2011) con 1:45.84 en un 800, que lideró durante cada metro (menos de 52 segundos la segunda vuelta). La plata se la colgó el veloz Kszczot y Tuka el bronce, logrando la primera medalla para Bosnia en unos Mundiales. “Es un sueño para mí y para mi país”.

En zona mixta, Rudisha confesaba: “Ha sido un año muy difícil para mí. Lleno de desencuentros. El mes pasado tuve un problema con mi velocidad. Me faltaba confianza. Pero lo resolví a tiempo y aquí en Pekín me daba igual que la carrera fuera lenta o rápida. Sabía que podía ganar”. Y así fue. Kenia vuelve a sonreir junto al ‘Orgullo de África’: David Lekuta Rudisha.