MUNDIALES DE PEKÍN
Alberto Juantorena: “En Cuba dan pena las nacionalizaciones”
Juantorena, doble campeón olímpico en 1976 y presidente de la Federación Cubana de Atletismo, fue elegido como vicepresidente de la Federación Internacional (IAAF).
—Recién elegido para la vicepresidencia de la IAAF, ¿qué proyectos tiene y a qué planea dedicarse, Alberto?
—Es pronto para saber las tareas exactas. En general se trata de contribuir al desarrollo del atletismo en todo el mundo. Lucharé hombro con hombro con Sebastian Coe. Él es un líder al que hay que ayudar todo lo que se pueda. Tuvimos dos tremendos candidatos a la presidencia con él y Sergei Bubka.
—Todo, en pleno escándalo de las revelaciones sobre controles y valores sospechosos de las grandes competiciones de atletismo. ¿Qué piensan hacer?
—Ya hemos hecho muchas cosas y seguiremos por ese camino, como Coe ha avisado. Pero nos sorprende que la emprendan con la Federación Internacional que más méritos tiene en esta lucha y que es pionera en el pasaporte biológico y en los controles fuera de competición o de competencias. En los últimos 28 años nadie ha hecho tantas cosas sobre esta materia como la IAAF.
—Otro tema candente: las nacionalizaciones que, como de costumbre, suelen arrastrar una lista de atletas y deportistas cubanos: Orlando Ortega con España, por ejemplo.
—Es un problema de ellos, de los que se nacionalizan. En Cuba nos da pena porque ellos salieron adelante como resultado del esfuerzo de la sociedad cubana y no luchan por Cuba, cuyo pueblo los aupó con los valores de la Revolución y de ese mismo pueblo cubano. Son los valores, limpieza y humildad por ejemplo, por los que ha luchado toda nuestra juventud y los mismos Fidel y Raúl Castro. Podía esperarse agradecimiento pero tampoco vamos a luchar contra esas intenciones. Si se quieren ir, que se vayan. Problema de ellos, pero nada tenemos contra ellos.
—Se enardece cuando habla de esos valores: “limpieza, agradecimiento, humildad”.
—Y transparencia en todo lo que hacemos. Nosotros trabajamos para mejorar la sociedad cubana. Y lo que hacemos, lo hacemos sin presiones. Pero se puede ir limpio por la vida en todos los sentido, Así hicieron los mejores de este deporte: Zatopek, Jesse Owens, Bob Beamon, Lee Evans, Tommie Smith, Coe, Bubka… yo también me enorgullezco de haber ido siempre limpio. Todo lo que hemos dado lo dimos por el afán diario de superación y con humildad, sin presiones ni afán de dinero. Se engañan a sí mismos los que tienen este último afán.
—Pero los tiempos avanzan, ustedes acaban de restablecer relaciones con EE UU…
—Nunca hemos dejado de trabajar para mejorar la sociedad cubana, sin deberle nada a nadie y con esa transparencia que digo. Nos adaptamos todo lo que podemos. Ahora recién comenzamos una nueva etapa con EE UU: pero hay que pulir muchas cosas y descubrir otras después de tanto tiempo sin relaciones: hay que hablar del embargo, que aun ha de cesar, o de Guantánamo. Pensamos que esto era necesario ahora. Hay un apoyo total por coexistir en lo que nos acerca. De los beneficios, el tiempo dirá.
—¿Hay un vencedor en este pulso?
—Nos basta con mantener el respeto y coexistir. Nadie tiene derecho a decir al vecino cómo debe de bailar o qué debe de hacer con los muebles, con la ropa… o con la esposa.
—Tiene un hijo de poco más de un año que, por la fuerza, parece que puede correr 400 en menos tiempo que los 44.26 de usted, su padre. ¿Qué prueba le seducía más a Juantorena, los 400 metros o los 800?
—Ja, ja… mi hijo ya tendría que bajar de 40 en 400, ¿no? Porque el 400, amigo, era mi prueba. Yo fui un fresco que corría 400 y se puso a correr en 800.