PIRAGÜISMO | MUNDIALES EN MILÁN
Saúl Craviotto: “Bakú sirvió para que me pusiera las pilas”
“Este Mundial ya no es broma y quiero liquidar el tema de la plaza para entrenar con tranquilidad el año próximo”, explica Craviotto, de 30 años y que este año ha sido padre.
Retirado David Cal, Saúl Craviotto (oro en Pekín 2008 en K2 y plata en Londres en K1) es la punta de lanza de España en los Mundiales que se abren hoy en Milán. El policía leridano afincado en Gijón, que compite de viernes a domingo en el sprint del K1 200, no quiere repetir la angustia que vivió en los dos Juegos previos, cuando tuvo que clasificarse en una repesca. En Italia, los ocho mejores tendrán plaza para Río 2016 y ese es el objetivo mínimo.
“Este Mundial ya no es broma y quiero liquidar el tema de la plaza para entrenar con tranquilidad el año próximo”, explica Craviotto, de 30 años y que este año ha sido padre.
Tras Londres, consiguió dos bronces mundiales en 2013 y 2014, pero en los recientes Juegos Europeos, donde estaban casi todos los rivales que afrontará en Italia menos el canadiense De Jonge, se llevó un susto. Ni siquiera entró en la final.
“No contaba con un palo tan duro y ha servido para ponerme las pilas. Probé una pala más grande, que desalojaba más agua. Salía como un rayo pero pinchaba en los últimos 50 metros. La he deshechado. He bajado peso (comenzó el año con 100 kg, a Bakú fue con 97 y ahora está en 95,5), he perdido grasa y he ganado músculo. He dado una vuelta de tuerca mental. O te vienes abajo, o entrenas más. Mi psicólogo es la experiencia. Y ahora los parciales, y el crono no engañan, están saliendo mejor que en Londres”, relata.
Junto a él, entrena con Miguel García el K2 200 de Carlos Arévalo y Cristian Toro. “Van a dar la sorpresa”, advierte. También estarán Sete Benavides, un K4 que huele a medalla, Paco Cubelos, Tere Portela... Muchas balas apuntando a Río.