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HOCKEY HIERBA

Santi 'Gugu' Freixa: Una leyenda mundial deja de competir

A sus 32 años, el que fuese capitán de la Selección Española se retira del deporte en activo un año después de hacerlo del equipo nacional.

Barcelona
Santi Freixa, considerado como uno de los mejores jugadores del mundo, deja el stick.

Apenas un año después de retirarse de la Selección española, Santi Freixa anunció el lunes su decisión, a los 32 años, de poner punto y final a su carrera deportiva una de las más brillantes del hockey hierba mundial.

Su actividad profesional como economista, su labor como entrenador ayudante de la selección absoluta femenina de Holanda y , especialmente,  que en octubre él y su esposa, una bella holandesa, esperen gemelos, le ha llevado a decir adiós a la competición.

A nivel de Selección jugó con España 193 encuentros oficiales y marcó 126 goles. Compitió en tres Juegos Olímpicos, fue medalla de plata en Pekín 2008, ganando el Europeo de 2005 y la Champions Trophy de 2004.

A nivel individual fue elegido Mejor Jugador joven del Mundo en 2004 y en 2013, junto a Teun de Nooijer y Natascha Keller, fue uno de los tres primeros miembros en formar parte del nuevo Hall of Fame de la Federación Europea.

Ya a finales del año pasado se habló de su retirada en 2015, pero este año en Amsterdam ha jugado una gran temporada con su club, culminada con la clasificación para la próxima edición dela Euro Hockey League.

Santi Freixa nació en Terrassa (Barcelona) el 13 de febrero de 1983 y estaba claro que el hockey hierba iba a ser su deporte porque más de sesenta Freixa habían competido al máximo nivel y su abuelo fue el fundador, en 1952,  del de su club de toda la vida en España, el Atlètic Terrassa.

Sobre los motivos de su retirada, el más evidente ha sido, según reafirma: “Estoy esperando el nacimiento de gemelos para noviembre y eso representa un gran cambio en mi vida personal. Aún así, igual jugaría algún encuentro si fuera necesario y sólo para ayudar al equipo”.

Evita hablar de profesionalismo porque: “Siempre compaginé estudios —Comercio Exterior y Empresariales—  y trabajo con el deporte. No he vivido como un profesional, pero si he conseguido vivir del hockey, gracias a la beca ADO , a entrenar niños en España, y ahora, en Holanda, merced a trabajar con la selección femenina".

Sobre su carrera ha revelado que: “No cambiaría por nada ser jugador de hockey. Vivir en Argentina, India, Holanda o subirte a un podio olímpico son cosas únicas que no habría vivido en otro deporte, seguro. Si que lamento que solo pudiera jugar treinta minutos en los JJ.OO. de Londres 2012 porque me rompí la mano"

Sus apellidos: Freixa Escudé son míticos en el hockey de Terrassa , pero a él le gusta que sus amigos le llamen simplemente Gugu Al respecto, indicaba que: “Esto viene de un anuncio cuando era pequeño de niños pequeños y jugando con mi padre siempre me iba gateando hacia la tele. Me gustaba mucho el anuncio. Yo golpeaba la tele y decía gu gu. Mi padre para llamarme para que volviese al sofá me decía: "gugu, ven aquí". La familia, los amigos, en el colegio, todos me llamaban Gugu, Al final acabó siendo mi apodo y mucha gente ya solo me conoce como Gugu.

No se planteó nunca prcticar otro deporte que no fuese el hockey hierba ya que: “Siempre tuve unos ejemplos en mi familia muy fuertes. Mi hermano, mis primos, mis tíos, cuatro de los cuales fueron olímpicos, que hicieron que mi objetivo, mi reto, fuese seguir con el hockey”, comenta

Añade que: “En España no me planteé nunca jugar en otro equipo que no fuese el Atlètic porque en ninguna parte se me podría ofrecer la posibilidad de jugar con mis amigos al más alto nivel, tener toda una afición detrás que te seguía de manera incondicional. Además, el amarillo del Atlètic, me ponía. No hay dinero para pagar esto”.

: Recuerda con un cariño especial  la victoria en la Champions Trophy en Lahore en 2004 porque: "En ese momento en que me di cuenta de que podíamos hacer historia. Veníamos de perder el bronce en los Juegos de Atenas, con gente muy joven algunos que no habían sido olímpicos, y se dio el golpe sobre la mesa y se ganó".

Finaliza diciendo que: "Si hubiese tenido la suerte de ser futbolista, no habría estudiado, y quién sabe si hubiese seguido compitiendo al máximo nivel, pero no cambiaría por nada volver a ser  jugador de hockey".