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Pues claro que Eli Manning ha de ser el QB mejor pagado de la NFL

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En medio de los rumores y las noticias del día resplandece una que reza: Eli Manning quiere ser el QB, y por lo tanto el jugador, mejor pagado de la NFL. A su vera, con el espíritu que siempre envuelve al ser humano medio cuando se pone a expresarse en las redes sociales, un universo de quejas y risas al respecto. Quién se cree que es, ni siquiera es élite, sus mejores años pasaron, cuanta chulería, a ver si piensa que juega como Aaron Rodgers, los Giants hace tiempo que no ganan ni a a las tabas... y, de nuevo, se hace verbo la extraña idea que gobierna en tantas mentes que viene a asociar lo que uno cobra con lo que uno merece.

Y no. No hay especial correlación entre ambos conceptos. No la hay en la vida corriente y moliente del ciudadano de a pie, mucho menos en la de los deportistas profesionales que, como todos sabemos, es un universo extraño y ajeno a nuestros quehaceres.

Eli Manning tiene todo el derecho del mundo a decir que quiere ser el mejor pagado. Primero porque, mira, yo mismo quiero ser el jugador mejor pagado de la NFL. Y de la NBA. Y del CEO de las 20 mejores empresas del NASDAQ. Quiero decir: pedir no es un pecado. Lo que resulta relevante, pues, es lo que esté capacitado a dar el equipo. O, en este caso, lo que está condenado irremediablemente a dar.

Tal y como está la NFL ahora cualquier QB con rango de indiscutible que esté a un año vista de concluir su contrato es un candidato serio a ser el mejor pagado. Cuestión de escasez, cuestión de oferta y demanda. No hay más de una docena, de una quincena siendo anchos de manga, de tipos capacitados para estar en ese rol. Lo que nos deja con una decena larga de equipos que se morirían por poder cazar a alguno de ellos en la agencia libre. Huelga decir que les darían el máximo imaginable, es decir, les convertirían en los mejores pagados en caso de salir al mercado. Por eso el equipo original tiene la obligación de igualar ese precio.

Y por eso, casi en cascada, hemos visto contratos muy similares a gente tan dispar, tanto en nivel, estilo como resultados, como son Phillip Rivers, Russell Wilson o Ben Roethlisberger. Cualquiera de ellos podría reclamar lo mismo que Manning y el mercado se lo ofrecería. Porque la escasez de un bien, en este caso de QBs titulares indiscutibles, hace que su precio se dispare.

Pero en el caso de Eli el asunto está aún más a su favor. Resulta que, ahora mismo, cobra 16 millones de dólares pero cuenta contra el espacio salarial de los Giants 19 millones, debido a la ingeniería financiera que siempre son los contratos en la NFL, con su carga salarial repartida por el signing bonus y una estructura que carga los pagos los primeros años pero las cuentas contra el límite a gastar en sueldos en las últimas anualidades. Esto hace que, en caso de no llegar a un acuerdo a largo plazo, en Nueva York tendrían que nombrarle jugador franquicia en el 2016 y pagarle, a tocateja y contra el espacio salarial de forma íntegra, 25 millones de dólares. De persistir en la situación, y siempre evitando que el jugador saliese al mercado, en la 2017 esa cifra sería de 30 millones de dólares.

Es decir, 55 millones de dólares en dos años están asegurados para el bueno de Eli Manning. Sólo a partir de esa cifra tendría sentido negociar pues sin hacer absolutamente nada, sin firmar nada, los obtendrá de los Giants o, si se les va la cabeza, de cualquier equipo desesperado en el mercado. Hay que recordar que el mejor pagado, ahora mismo, es Aaron Rodgers y le podemos imputar 22 millones anuales. Echad cuentas y veréis que por el mero hecho de estar en el mercado en este justo momento Eli ya tiene asegurado más para las próximas dos temporadas.

Así que, sí, no hay más: Eli Manning ha de ser el QB mejor pagado de la liga. Lo dice el mercado. Es probable que pueda renunciar a ese título, al final, porque prefiera asegurarse más dinero en más años de contrato lo que haría la media por anualidad un poco inferior, pero todo juega a su favor en esa negociación.

Tampoco os tiréis de los pelos los que penséis que esto es una aberración, que ni siquiera está entre los 10 mejores QBs de la liga o que el sistema no funciona, porque el año que viene los mejores pagados serán los siguientes en la línea de renovación y, así, la rueda seguirá girando.