Kyle Schwarber es un gigante para los Chicago Cubs
La aportación continua de Kyle Schwarber, ahora en el exterior izquierdo, ha hecho que los Cubs se hayan convertido en un equipo casi imbatible.
No es descabellado pensar que de todos esos maravillosos rookies que poseen los Chicago Cubs y que despertaron la ilusión de la afición del sufrido equipo de la ciudad del viento, el más determinante sea uno que no hizo su debut en 2015 hasta el 16 de junio. Su nombre es Kyle Joseph Schwarber.
Si siempre ha habido una certeza en relación con él, es su innata capacidad bateadora, un aspecto que le ha hecho ser comparado con el gran primera base Joey Votto de los Cincinnati Reds, por su profundo conocimiento del arte de batear, y eso son palabras mayores.
Pero es totalmente cierto. Su habilidad para hacer contacto con la pelota y hacerlo con una enorme potencia fueron los argumentos principales para que los Cubs le eligieran en la cuarta posición del draft del 2014, recién salido de la Universidad de Indiana-Bloomington.
Apenas un año después, la llegada de Schwarber a Chicago ha supuesto un impacto incluso mayor que el de otros renombrados novatos como Kris Bryant o Addison Russell, con los que conforma un núcleo de talentos jóvenes sin parangón en toda la Major League Baseball.
Esto no quiere decir que su carrera vaya a ser superior a la de ellos (o a la de Jorge Soler) pero le ha dado una profundidad tremenda a un turno de bateo que desde que él ha llegado, promedia 5.1 carreras por partido y su OPS es .755 mientras que sin él, las mismas categorías descienden a 3.7 y .680, respectivamente. Por cierto, su récord es de 17 victorias y sólo 8 derrotas con él.
Nadie duda de que Schwarber pertenece a este nivel y los Cubs ya lo sospechaban. El problema era encontrar el hueco ya que los catchers titulares son Miguel Montero y David Ross. Su primera oportunidad en las Grandes Ligas llegó en una serie de interliga, donde podía ser colocado como bateador designado, donde demostró que estaba listo.
Sin embargo, las puertas se le abrieron en el parón por el All-Star. Una inoportuna lesión del venezolano Montero le permitió ser promocionado nuevamente y la idea es que no vuelva nunca más a las categorías inferiores. Desde su llegada, está bateando un .321, con porcentaje en base de .427 y siete home runs. Su OPS (la estadística que mide el impacto total de un bateador) es un soberbio 1.057 y tiene una ventaja sideral respecto a sus más inmediatos perseguidores en el club.
Los problemas llegarían cuando se recuperara Montero, circunstancia que ya ha ocurrido pero Maddon tenía claro que Schwarber no era prescindible y necesita su presencia para todos los días. En una operación que puede marcar significativamente las opciones de los Cubbies de cara a llegar lejos en estos playoffs, Starlin Castro fue sacrificado y hubo intercambio de puestos para Schwarber y Chris Coghlan, pasando el primero al exterior izquierdo y el segundo a segunda base.
Todo ello unido a la llegada de Russell al short, hace que la defensa mejore inmediatamente en posiciones clave y que Schwarber y su bate no caliente el banquillo.
Joe Maddon tiene muy claro que Schwarber no deja de ser catcher de aquí en adelante y volverá en algún momento de la campaña y en el futuro. Es una posibilidad que pueda alternar ambas posiciones pero eso es complejo e injusto al mismo tiempo ya que no le dejas adaptarse a una posición concreta y condiciona su evolución como bateador.
Toronto Blue Jays es el equipo más en forma de toda la competición con sus once triunfos seguidos pero tanto Chicago Cubs (vencedores de 13 de los últimos 14 partidos) como los New York Mets (vencedores de 11 de los últimos 13 choques) no les andan a la zaga. Los tres estarían ahora mismo en playoffs si la temporada terminase en este preciso instante. El año pasado no. Cuanto cambia el panorama de un año para otro, ¿verdad?