El juez del Deflategate presiona a la NFL para forzar un acuerdo

El juez Richard Berman, encargado de sustanciar el conflicto entre la NFL y Tom Brady a cuenta del escándalo Deflategate, presionó con dureza a la liga para forzar un acuerdo que resuelva el caso sin tener que llegar a completar el proceso judicial. En la sesión que ha tenido lugar hoy se mostró contundente contra las versiones de ambas partes, pero dejó claro que es la liga la que más tiene que ceder para que este asunto se resuelva.

Tom Brady, ahora mismo, está sancionado con cuatro partidos sin jugar por, según la NFL, haber estado al corriente del desinflado de los balones de la final de la AFC de la pasada temporada y ser "más probable que no" su participación en este acto ilegal. El quaterback de los New England Patriots niega por completo este extremo y por eso acude a la justicia ordinaria.

El juez Berman ya dejó claro, en cuanto se le encargó el caso, que quería que se llegase a un acuerdo. Eso parece imposible porque más allá de los partidos de sanción o de una posible multa compensatoria ambas partes discrepan sobre el meollo de la cuestión: la culpabilidad del jugador. Sin embargo, su señoría ha usado la vista de hoy para hacer ver a la liga que es la que tiene más que perder y por eso la ha cuestionado con mayor insistencia y contundencia.

El juez cuestionó la independencia de Ted Wells, el hombre encargado por la NFL de hacer el informe que originó la suspensión, así como puso sobre la mesa las vaguedades del citado informe y la imposibilidad de poder llegar a ninguna conclusión legal con ellas. 

Esta actitud de Richard Berman parece diseñada para indicar a la liga que es mejor que acerque su postura a la de Brady porque en un juicio tendría la de perder. Sin embargo, y dado que el acuerdo parece lejano, es probable que no, a pesar de sus esfuerzos, no le quede más remedio que seguir con todo el proceso hasta tener que ser él mismo el que dilucide si el Deflategate concluye en un sentido o en otro.