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Cuatro predicciones arriesgadas sobre la AFC Norte

El inexorable paso del tiempo lo borra todo. En esta fase de la temporada se puede decir casi cualquier disparate que, cuando lleguen los partidos de verdad y la actualidad acapare las noticias, nadie se va a acordar. Por esta razón es buen momento para lanzar teorías inverosímiles, ya que si no se cumplen nadie las recordará, pero si resultan ciertas me permitirán volver a recuperarlas y proclamar “¿ves como yo tenía razón?” una frase que los casados no solemos proferir demasiado, ya sea por falta de ocasión o por prudente precaución.

Los americanos las llaman “bold predictions”, que es una expresión con mucho más empaque. Si dices que vas a hacer una predicción audaz te pueden mirar con cara condescendiente y pensar que estás loco; ahora, bien, si dices que es una bold prediction entonces ya, la cosa cambia. En cualquier caso, no deja de ser una forma de lanzar un pronóstico temerario, y poder argumentar a posteriori enajenación mental transitoria en base al intenso calor que están soportando nuestros castigados cerebros. En el fondo, en la NFL pasan siempre cosas tan raras que ¿quién asegura que no puedan suceder?

- Andy Dalton va a ser uno de los mejores quarterbacks de la temporada.

A esto se llama “tirarse a la piscina”. Ahora, vamos a ver si hay agua. Dalton es un QB razonablemente preciso (entre el 10º y el 15º de la liga en porcentaje de pases completados), pero tiene problemas para manejar la presión, lo que deriva en intercepciones. La solución es, por tanto, evitarle esa presión. En primer lugar, necesita una línea ofensiva sólida, como la que tiene. Después, unos receptores fiables, como los que no tuvo por diferentes lesiones el año pasado y quienes, aunque sólo sea por estadística, es difícil que vuelva a perder. A continuación, una defensa consistente, que no le obligue a tener que tomar más responsabilidades, como la que recupera este año al volver a contar con Michael Johnson. Pero sobre todo, cuenta con un coordinador ofensivo consciente de sus limitaciones y que reducirá su volumen de lanzamientos y le hará soltar antes el balón, como hizo la temporada anterior. Y muy especialmente, con un juego de carrera demoledor para que salga en su auxilio, como nunca ha tenido antes en su carrera. Las bondades del juego terrestre en la mejoría del QB ya las vimos en 2014 con Tony Romo, quien al reducir la necesidad de heroicidades, quedó líder de la liga en porcentaje de pases completados. No espero 5000 yardas de pase, ni 40 TDs, pero está en una posición envidiable para rondar la centena en QB-rating.

- La defensa de los Browns será top-5.

Es un salto importante desde el 23 que ocuparon el año pasado. Sin embargo, para mi, su secundaria está entre las mejores de la liga, por lo que lo único que hay que mejorar es el front-seven. No es difícil. Peor que el año pasado, que fueron últimos defendiendo la carrera, no creo que vuelvan a quedar. Pettine es un entrenador con sobrados conocimientos y experiencia en defensas. En primer lugar debe consolidar el puesto de NT, que parece conseguido con el novato Shelton. Después, suplir la salida de Sheard, pero también pueden lograrlo con mezcla de veteranía (Starks), juventud (Mingo), calidad (Kruger y Dansby) y continuas rotaciones de jugadores solventes para mantener la intensidad en todo momento. Además, con un ataque orientado a correr para alargar las posesiones, se supone que la defensa estará más descansada y activa.

- Breshad Perriman va estar en la terna de candidatos a Rookie Ofensivo del Año.

En ocasiones, tan importante como la propia calidad es caer en el sitio adecuado en el momento oportuno. Y esta situación puede vivir el novato Perriman en los Ravens. La escasez de WRs en la plantilla prácticamente le garantiza la titularidad desde el primer partido. Su compañero Steve Smith todavía acapara la atención de los mejores cornerbacks y safeties, por lo que en la mayoría de las ocasiones enfrentará situaciones de uno contra uno, donde podrá sacar partido de su poderío físico contra los segundos CBs. El coordinador ofensivo Trestman va a implantar un estilo donde el juego aéreo va a tener un peso decisivo, así que oportunidades para el lucimiento no le van a faltar. Especialmente a medida que avance el año, cuando empiece a decaer la aportación de Smith, y crezca su confianza conforme corrija sus problemas de concentración.

- Los Steelers van a acabar con balance negativo por primera vez en la era Roethlisberger.

No todas las predicciones tienen que ser positivas. Lo que tienen que ser, como dice el título, son arriesgadas. Y realmente es aventurado apostar contra el vigente campeón de la división, una de las franquicias más sólidas de los últimos años, y un equipo con un potencial ofensivo realmente explosivo. Pero ahí está la gracia, aunque para algunos no la tenga en lo más mínimo. Los Steelers comenzarán sin una de sus mayores amenazas, Le’Veon Bell, los dos primeros partidos. Y ya vimos cómo colapsaron sin él en playoffs. Además, empiezan no sólo contra los Patriots, sino contra los Patriots cabreados por el Deflagate, y ya sabemos cómo se las gastan en Nueva Inglaterra en estas circunstancias. Pueden verse pronto en dificultades y el calendario no les da tregua, ya que está calificado como el más duro de la liga. Su defensa estrena coordinador y jugadores jóvenes en situación de tener que rendir como veteranos desde el primer día. Su potencial está sin duda a la ofensiva, pero si las secundarias rivales se centran en Brown, el resto de receptores no infunden tanto pánico, entre la edad del TE Miller y la inexperiencia de los WRs Bryant y Wheaton. Bell también es una baza importante en este apartado, pero no se le puede pedir que haga todo. Si hay algún año en el que los señores del acero dejen de imponer su tiranía puede ser éste. Después de 12 años, tampoco pasaría nada si se toman un respiro.