Así es el ataque de los Colts
Coordinador ofensivo: Pep Hamilton **
Hamilton llegó el año pasado a Indy procedente de la universidad de Stanford, donde dirigió a Andrew Luck. Su fichaje, obviamente, buscaba esa relación. Pero en Stanford fue capaz de hacer funcionar un espléndido juego de carrera que, de momento, no ha conguido en la NFL. Con Frank Gore en plantilla es de esperar que las yardas terrestres lleguen al fin.
Estrella ofensiva: T.Y. Hilton
El explosivo receptor estará esta año muy bien acompañado con las llegadas de Andre Johnson y Frank Gore al equipo, pero tiene que segir siendo el mejor aliado de Andrew Luck.
Quaterbacks *****
A Andrew Luck se le acabó, la temporada pasada, la luna de miel en la NFL. No porque el chico lo haya hecho mal, todo lo contrario, sino porque es ley de vida: hasta ahora era el joven prometedor que tenía que ir mejorando para ser uno de los grandes, pero ya no sirve con eso. Empezando por esta misma temporada la exigencia será el anillo y perder en Fóxboro o Baltimore en enero ya no será visto como un paso más sino como una ocasión perdida. Por supuesto, por talento y carácter Luck está preparado para el reto sin duda alguna. En caso de lesión, su reserva es uno de los grandes veteranos en la liga, Matt Hasselbeck, que está más que capacitado para dirigir a un buen ataque como es el de los Colts. Completa la terna Bryan Bennett.
Línea ofensiva *
El problema más grave del ataque de los Colts es la línea ofensiva. De hecho, resulta increible que Luck y el cuerpo de receptores hayan podido poner sobre la mesa los números, y los resultados, conseguidos con una línea tan endeble. Se explica, en parte, porque la única pieza que funciona a un nivel de equipo aspirante a Super Bowl es Anthony Castonzo, protector del lado ciego del QB, lo que hace que Luck tenga un poco más de tiempo, justo en su zona crucial y, claro, lo use para soltar el balón lo antes posible. A su lado Jack Mewhort mostró signos esperanzadores. Es este lado izquierdo el único al que puede agarrarse Indianapolis pues Khaled Holmes, el center, es un desastre mayúsculo y Gosder Cherilus, el RT, ya ha visto pasar sus mejores años y a duras penas se mantiene con dignidad en el campo. En la agencia libre se han reforzado con Todd Herremans, otro veterano de mil batallas que ya libró las mejores que tenía en el cuerpo.
Corredores ***
Consecuencia directa del lamentable nivel de la línea ofensiva es el nulo juego de carrera que mostraron en Indianapolis la pasada temporada. Eso y un Trent Richardson convertido en uno de los grandes bust recientes. La solución ha sido una huida hacia adelante: el fichaje de Frank Gore. El corredor ha sido una estrella absoluta, una gloria de este deporte, pero el verbo está en pasado por algo y llega con muchos kilómetros al equipo. Dan Herron compartirá snaps con él.
Receptores *****
Este cuerpo de receptores es una maravilla. Pero hay algo que no acaba de encajar del todo en ellos, que hace que se tengan dudas: una sobreabundancia que no suele ser buena señal en este deporte. Porque si la línea ofensiva y el juego de carrera habían sido un total desastre ¿cómo es que en la agencia libre se ficha a Andre Johnson y en el draft se gasta una primera ronda en Phillip Dorsett? No parece la más apropiada de la estrategias porque la conclusión es que la unidad más reforzada es la que menos lo necesitaba y, ahora, hay cuatro legítimas bocas que alimentar (más los TE y más Frank Gore) con pases. Hilton seguirá siendo el protagonista de este cuerpo, pues su conexión con Luck es evidente. Johnson viene buscando el título y se adaptará a su rol de segundo receptor tras toda una vida en los rivales de Houston. Y Dorsett, que parece un clon de Hilton, se peleará con otra bala como Moncrief por agarrar algún que otro pase.
Tight ends ****
Los Colts decidieron, ya desde la llegada de Luck, usar un sistema que deje mucho peso a los tight ends. Lo normal es verles a ambos en el campo a la vez. Dwayne Allen se ha convertido en uno de los jugadores más importantes del equipo y en uno de los mejores jugadores de su posición en la liga. A Coby Fleener le está costando más, pero también es buscado con ahínco por el QB en las numerosas jugadas en las que la línea ofensiva no aguanta la presión.