Previa de la temporada NFL-2015 Indianapolis Colts
Con Luck son aspirantes en un proyecto a corto plazo
Imaginad que un día vais por la calle y un Ferrari F40 nuevo aparca a vuestro lado. El dueño se baja, os da las llaves, un cheque en blanco para gasolina y se marcha. Diez años después, el coche de vuestros sueños empieza a fallar. Y cuando estáis en el arcén, esperando que se enfríe el motor, otro tipo detiene un Bugatti Veyron nuevo, os da las llaves, otro cheque en blanco y se lleva el viejo Ferrari. ¿Imposible, verdad? Pues no, eso es exactamente lo que les pasó a los Colts.
De Manning a Luck y tiro porque me toca. El mejor quarterback posible dio paso al mejor quarterback posible. Pero si siempre nos hemos preguntado por qué Peyton solo ganó un anillo, empezamos a temernos que Andrew pueda sufrir el mismo mal. Quizás los Colts no estén teniendo paciencia para crear un proyecto sólido y duradero que haga nacer una dinastía, y año tras año intenten añadir ingredientes a la ensalada, para que su quarterback pueda comérsela rápidamente, antes de que caduque.
En 2015 han llegado Andre Johnson, uno de los mejores receptores de la NFL… con 33 años, y Frank Gore, uno de los mejores corredores… con 32. Al menos han pensado en el futuro eligiendo a Philip Dorsett en primera ronda de un draft en el que por suerte insistieron sobre todo en reforzar su defensa. Si a todo lo anterior añadimos a T.Y. Hilton, Monte Moncrief, Dwayne Allen, Coby Fleener… Luck podría montar un festival. Y por mucho que critiquemos a su línea ofensiva, el año pasado aguantó sin derrumbarse en el momento de la verdad.
Con tantas armas ofensivas, y tantos refuerzos defensivos, los Colts llegan a la temporada con vitola de favoritos. El problema es que quizá se confundieron cuando se quedaron con Pagano y dejaron marchar a Arians. El actual entrenador no está consiguiendo que ni Luck ni el proyecto evolucionen. Estamos deseando ver al quarterback dirigir un ataque equilibrado, con más control del reloj y menos fuegos artificiales. Pero Luck, con todo su talento descomunal, por ahora se está quedando en una máquina de lanzar pases y un quarterback debe ser mucho más que eso, lo que requiere un trabajo que si se está haciendo no está teniendo éxito.
Los Colts este año aspirarán a todo, pero no podrán vivir eternamente del brazo incorrupto de Luck y de parchear agujeros. Quizá sea más inteligente convertir a su quarterback de futuro en un arma de destrucción masiva y no solo en un cañón Bertha. Porque con los años, el Bugatti Veyron empezará a perder aceite y habrán dejado escapar la oportunidad de conquistar el mundo con él.
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