Así son las tripas de los Chargers
Origen del nombre
(Por Raúl Cancio) Las cargas de caballería ejercen un poderoso influjo en el imaginario norteamericano, siendo fuente de inspiración y motivación en el deporte desde siempre. Pues bien, cuando en 1960, el general manager de la nueva franquicia de la AFL en Los Angeles tuvo que elegir un nombre para el equipo, le propuso a Barron Hilton el nombre de Chargers, pues le encantaba cuando la grada del Dodger Stadium o los fanáticos de la USC, gritaba “¡¡A la carga!!” y sonaba la corneta con sus característicos compases.
Propietario: Alex G. Spanos **
Alex Spanos compró el equipo en 1984 y sus éxitos, relativos, se cuentan con los dedos de una mano. Desde hace años ha delegado la gestión diaria en su hijo. Pero, al final, la huella de su legado quedará marcada en breve cuando decida o bien irse a Los Ángeles o bien mantener la franquicia en San Diego. Ahí acabará decidiendose si fue un propietario honesto para con sus aficionados o, además de no conseguir éxitos en el campo, un dueño de equipo deportivo más.
Manager general: Tom Telesco ****
Telesco disfrutó doce años en los Colts junto a Peyton Manning de lo que es el éxito en la NFL. Pero en 2013 no pudo decir que no a convertirse en general manager gracias a la oferta de los Chargers. Cogió un equipo a la deriva y, con cambios de profundidad pero nunca traumáticos, lo ha vuelto a meter en la pomada de la pelea de los playoffs. Sensatez y drafts con sólidas bases le han dado al equipo unos cimientos muy respetables. Telesco sabe lo que hace.
Head coach: Mike McCoy ***
Mike McCoy fue una de las piezas codiciadas del mercado de entrenadores hace dos temporadas. Eligió los Chargers de la misma división del equipo en el que se hizo famoso, los Denver Broncos. McCoy es un enamorado del juego de QBs y hace todo lo posible para que los pasadores se sientan cómodos en su sistema, siempre respetando sus características. Por eso su ataque en San Diego no es el mismo que el de Denver y por eso Phillip Rivers está viviendo una segunda juventud. En defensa, sin embargo, no ha podido hacer notar su mano con tanta intensidad y es ahí, precisamente, donde está el talón de Aquiles de este gurú del juego de ataque.
ESTADIO: Qualcomm Stadium, abandonado y viejo *
(Por José Villelabeitia) El estadio de los Chargers es uno de los peores de toda la NFL. Si la ciudad y la comarca no deciden pronto que hacer, pueden perder al equipo en beneficio de Los Ángeles. Durante los años de esplendor del estadio, y gracias al magnífico clima del que disfruta todo el año, le permitió ser sede de hasta 3 Super Bowls, pero desde el 2003 nunca mas ha sonado ni como candidata. Los Padres de la MLB lo abandonaron en 2003 y desde entonces se ha ido deteriorando continuamente, algo que la ciudad alega a los altísimos costes de mantenimiento y los pocos recursos económicos de los que dispone.
AFICIÓN: Pérdida creciente de apoyo popular **
(Por José Villelabeitia) Las espantadas de los Rams y Raiders de Los Angeles sirvieron para que el equipo monopolizara a toda la afición al football del sur de California, de allí que sean candidatos a moverse a la mega urbe, donde creen tener un amplio apoyo popular. Otros muchos sólo van en esos movimientos buscar la reacción de los habitantes de San Diego y que aprueben financiar un nuevo estadio. En los últimos años el equipo ha ido perdiendo apoyo popular, llegó a estar entre las 10 mejores, pero según las últimas encuestas ha protagonizado un fuerte descenso y se encuentra entre las 10 peores, algo en lo que la inestable situación del equipo colabora muchísimo.
CHEERLEADERS: Más populares que el propio equipo ***
(Por José Villelabeitia) El equipo contó con un grupo llamado Chargettes desde su origen en la AFL, pero tras integrarse en la NFL inexplicablemente desaparecieron. En 1990 la familia Spanos decide recuperar a las animadoras que pasan a llamarse las San Diego Chargers Girls. El magnífico clima del que disfruta San Diego permite al público disfrutar de estas chicas en todo su esplendor y de allí que hayan crecido en popularidad, y por momentos mas que el propio equipo.