Almaty o Pekín albergará los Juegos de Invierno de 2022
La crisis económica dejó a los países europeos sin interés por la cita y Estocolmo (Suecia), Cracovia (Polonia) y Lviv (Ucrania) se retiraron
Las ciudades de Almaty (Kazajistán) y Pekín (China) pugnarán este viernes por convertirse en la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, en un anuncio que tendrá lugar durante la 128ª sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) a celebrarse en Kuala Lumpur (Malasia).
A priori, la capital china partiría como favorita gracias a su experiencia adquirida en los últimos años, pues albergó los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Verano en 2008 y planea hacer uso de dichas instalaciones para disminuir gastos. En caso de ser elegida, Pekín se convertiría en la primera ciudad en acoger Olimpiadas tanto de Verano como de Invierno.
Desde la alcaldía pekinesa ya han asegurado varias veces que construir nuevas instalaciones serviría para impulsar la economía local, amén de que fuesen utilizadas una vez finalizasen esos Juegos. Y también sería una buena oportunidad para solventar su usual hándicap con la característica nube de polución que cubre la ciudad.
El nivel de partículas peligrosas estuvieron en 85,9 microgramos por metro cúbico en promedio en 2014, un descenso del 4% frente al año anterior, pero lejos del estándar nacional de calidad de aire de 35 microgramos. Las autoridades ambientales de Pekín se han comprometido a bajar las lecturas a 60 microgramos para 2017, en la búsqueda de ese estándar para 2022.
Sin embargo, el principal talón de Aquiles de la capital china es la polémica que ya le rodeó en la elección para los Juegos de 2008 en relación a las críticas de varias organizaciones por la escasa mejora en los derechos humanos en el 'gigante' asiático.
Teniendo en cuenta la elección de la ciudad surcoreana de Pyeongchang como sede de los Juegos de invierno para 2018, así como la elección de Tokio para los de verano en 2020, en Kuala Lumpur se confirmará el poderío de las regiones asiáticas en clave deportiva. Porque si Pekín no cumple pronósticos, elegir a Almaty significaría que Kazajistán acogiese por primera vez un evento de tal calibre.
Almaty, ubicada en Asia central, es considerada como capital financiera de su país, y el cual a su vez es el segundo mayor productor de petróleo exsoviético tras Rusia. Kazajistán ya se postuló para los Juegos de invierno de 2014, pero no pasó de la primera ronda y ahora espera ganar una votación que ayude a desarrollar sus negocios, más allá del sector de la energía pues los precios petrolíferos han caído en los últimos meses.
La ciudad candidata está rodeada de montañas de 4.000 metros en la cordillera de Tien Shan, un paraíso invernal en comparación con su adversario chino. Ya que Pekín sugiere Yanqing y Zhangjiakou como sedes para los eventos al aire libre, pero ambas localidades se sitúan a 60 y 140 kilómetros de distancia, y solo se puede llegar en un tren de alta velocidad que aún está sin construir.
Aunque para el COI es casi un arma de doble filo. Es evidente e irresistible la atracción por otorgar grandes citas a Asia, hogar de más de la mitad de la población mundial y que cuenta con el más rápido crecimiento de la economía regional en todo el mundo.
EUROPA SE CAYO DE LA CARRERA. Los rescoldos de la crisis económica internacional, junto al cambio de base de poder para el deporte mundial, dejan al COI frente a una decisión difícil. Y todo ello de cara a un proceso de elección con menos fuelle del habitual, destacando falta de interés desde otras partes del mundo y en especial desde Europa.
En octubre de 2014, el Gobierno noruego anunció que Oslo no competiría ante Pekín y Almaty en esta carrera olímpica, propiciando intranquilidad en el seno del COI. Y es que Noruega ha albergado los Juegos dos veces y ha ganado más medallas de invierno que cualquier otra nación. Estocolmo (Suecia), Cracovia (Polonia) y Lviv (Ucrania) previamente se echaron atrás en el mismo proceso.
La candidatura suiza de St Moritz y la alemana de Múnich también consideraron brevemente participar en la carrera para lograr los Juegos de 2022, pero eso fue antes de que los problemas financieros y la oposición local les hicieran desechar sus planes