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Cuatro preguntas incómodas sobre la AFC Norte

Con los campos de entrenamiento ya en marcha o a punto de iniciarse, es cuando se pone realmente interesante la situación en todos los equipos de la liga. Los de la AFC Norte no son una excepción. Deberán hacer frente a una serie de interrogantes que es a partir de este momento cuando hay que empezar a solucionar. En esta web tenemos una fantástica sección, “entrevista digital”, donde se dan respuesta a diversas inquietudes. Podría hacer trampa, enviarles estas preguntas a mis compañeros bajo pseudónimo, y que ellos me dieran el artículo ya hecho; pero no sería honesto. Lo más honrado es plantearme a mí mismo los que probablemente sean los asuntos más espinosos para cada franquicia, por complicado que pueda ser darles contestación. Y por supuesto, invitaros a vosotros a plantear vuestras propias cuestiones.

¿Ganará Andy Dalton algún día un partido de playoffs?

Empezamos fuerte. Antes de nada, para perder un partido en playoffs primero hay que llegar, y Dalton ha demostrado, durante sus 4 años de carrera, ser un QB con la solvencia necesaria para lograrlo. El año pasado, por ejemplo, el ataque de Cincinnati fue el 15º de la liga; mientras que la defensa fue la número 22. Si Dalton hubiera estado en todos los partidos tan nefasto como claman sus detractores, difícilmente hubiesen llegado los Bengals a playoffs. Algo tuvo que hacer bien, aunque ese algo fuera “no hacerlo rematadamente mal”. Sin embargo, no hace falta ser un experto en este deporte para afirmar que es un QB mediocre, y especialmente su ratio de intercepciones por pase lanzado así lo atestigua (solamente Bortles, McCown y Geno Smith tuvieron un balance peor). Por tanto, estamos ante el clásico gestor, que si el resto del equipo no tiene el día, es incapaz de sacar adelante el partido por sí solo. Así que, a la pregunta “¿puede Dalton ganar un partido de playoffs?” mi respuesta sería “no”. Pero si me preguntan “¿pueden los Bengals ganar un partido de playoffs?”, en este caso mi respuesta sería “si, siempre y cuando el conjunto haga su trabajo y no obliguen a Dalton a tener que ganarlo él.”

¿Cuánto van a echar de menos los Steelers a Dick LeBeau?

Bastante. Por más que Butler sea un alumno aventajado suyo, suplir al carismático coordinador defensivo no será sencillo. Prácticamente desde la llegada de Tomlin a la franquicia acerera, casi todos los años se especulaba que LeBeau podría abandonar el club, dadas las diferencias de filosofía defensiva entre ambos. Mientras el veterano LeBeau respondía con resultados, su puesto nunca estuvo en entredicho, pero una vez que aquel fantástico bloque que conjuntó ya está prácticamente disuelto y llega la hora de una regeneración, era el momento ideal para el cambio. No dudo que Butler aplicará parecidos planteamientos, si acaso, más simplificados porque deberá acoger en la alineación a jugadores menos experimentados de lo que le gustaría. Pero tendrá que ganarse el respeto que infundía LeBeau para que sus jugadores sigan con fe ciega sus indicaciones, así como demostrar un talento similar al del laureado entrenador para confundir a los rivales con sus formaciones. No debería extrañarnos que a la defensa steeler le cueste un poco de tiempo arrancar este año.

¿Puede Johnny Manziel ser el quarterback franquicia que necesitan los Browns?

Vayamos por partes. “¿Puede Manziel ser un quarterback?” Si se centra en su oficio, se gana el respeto de sus compañeros, asimila el playbook y se deja de tonterías extradeportivas, puede que sí. “¿Puede ser un quarterback franquicia?” Por descontado. No se gana un Heisman Trophy si no eres realmente bueno. No se trata tanto de un problema de calidad, sino de caer en un esquema ofensivo que magnifique sus virtudes y camufle sus defectos. No es un pocket-passer ni por tamaño ni por cualidades, así que necesita un sistema que le permita cierta libertad de movimientos, una línea ofensiva ágil, unos corredores que le liberen de presión, y unos receptores capaces de acumular yardas tras la recepción. “¿Puede serlo en los Browns?” Aquí puede estar el problema. No tanto por el head-coach Pettine, que me parece lo bastante inteligente como para utilizarle sólo cuando crea que está preparado para triunfar, sino por un propietario y una afición que no se caracterizan precisamente por la paciencia, que es sin duda lo que más necesita en este momento de su carrera.

¿Cómo va a ser la ofensiva de los Ravens con Trestman?

Diferente. Tradicionalmente, el ataque córvido ha descansado, motín defensivo incluido, en el juego de carrera. Normalmente, cada vez que se han salido de este guion, el resultado ha sido un fracaso. Pero teniendo como objetivo volver a enfundarse el anillo de campeón, resulta imprescindible que sean solventes también en el juego aéreo. En Flacco, Trestman tiene un QB con menos instinto asesino que Cutler, pero también más disciplinado. El problema reside en su cuerpo de receptores, donde sólo Steve Smith es garantía de seguridad, y deberán confiar demasiado en el desarrollo de los rookies Perriman (WR) y Williams (TE). Mi impresión es que comenzarán el campeonato queriendo implantar un sistema de pases mucho más vertical e incisivo… pero que no podrán mantenerlo durante toda la temporada regular.