MUNDIALES DE KAZÁN | WATERPOLO
El reto de las 'Guerreras del Agua': seguir en la cumbre
Oca ha introducido tres novedades (Leitón, Forca y Clara Espar) y ha potenciado la preparación física. Mañana, debut ante Kazajistán (9:50).
Después de 65 días conviviendo juntas, de entrenamientos asfixiantes, de ganar músculo con pesas en el agua y potenciar su condición física, la Selección femenina de waterpolo debuta mañana en el Mundial de Kazán. Su grupo es un mero trámite, con equipos de poca tradición waterpolística como Kazajistán (9:50, mañana) o de poco cuajo internacional, como Nueva Zelanda. Canadá se antoja el rival más difícil, pero asumible para una Selección que da lo máximo en este tipo de torneos. Los problemas vendrán en los cruces. O como ellas dicen, lo más interesante, porque a esta generación le ponen los desafíos. Si ahora mismo les hiciesen firmar en un papel, posiblemente escogerían medirse a Rusia para tener toda la piscina en su contra.
Su reto en el Mundial es mayúsculo. Después de encadenar la final olímpica, con el oro mundial y el oro europeo en apenas tres años, son el rival a batir del grupo de favoritos: Estados Unidos, Holanda, Hungría y Rusia (por añadir al anfitrión que siempre cuenta con el factor arbitral y ambiental). “Vamos con la mentalidad de ganar, como lo hemos hecho en todas la competiciones. Somos un equipo muy competitivo. Nos mojamos dentro del agua y damos el cien por cien. Queremos revalidar el título”, comenta Laura Ester, la mejor portera del último Mundial.
Miki Oca ha introducido tres cambios en el equipo. Las jóvenes vienen fuerte y mejorar incluso el nivel. Judit Forca, que puede ser la sensación de estos campeonatos, aporta lanzamiento exterior y sustituye a Ona Messguer, fija los tres últimos años. Paula Leitón, de 15 años, es la sucesora de Maica García y va a Kazán para coger experiencia. Va en lugar de la lesionada Andrea Blas.
Y el cambio a última hora es el de Clara Espar, más versátil, que puede jugar por dentro y aporta más soluciones al juego, quien llega para dejar en casa a Lorena Miranda. “Somos un bloque. No solo las que empezamos la competición, sino las 18 que entrenan desde el inicio. Vamos todas a una y confiamos ciegamente con Miki. Las pequeñas están demostrando que pueden estar en la Selección. Están ganando medallas tanto en juvenil como en júnior. Hay waterpolo femenino para años".
La parada final de este ciclo se vivirá el próximo curso en Río de Janeiro, donde quiere cerrar el círuclo con el oro que se les escapó en Londres. No obstante, no será tan fácil la clasificación como parece. “Tendremos dos oportunidades: ganar el Europeo o el preolímpico e iremos a morder. Primero queremos pensar en Kazán y ver cómo están nuestras rivales con vistas al próximo año”.