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MUNDIALES DE KAZÁN

Villaecija: "Ya son mis séptimos Mundiales. Era algo impensable"

A sus 31 años, Erika Villaecija debuta mañana en sus séptimos Mundiales en la prueba de 5 kilómetros de aguas abiertas. Su reto son los 10 km y la plaza olímpica.

Actualizado a
Erika Villaecija.
Alberto Martínez

Erika Villaecija (Barcelona, 1984) afronta sus séptimos Mundiales en Kazan 2015 y pasa a la historia como la nadadora en línea española que más torneos de este tipo ha disputado. Mañana debuta en los 5 kilómetros aguas abiertas. Ya sin beca ADO, se entrena en el CN Sabadell y es psicóloga en el Colegio Santa Clara. “Todos dudas y necesitamos ayuda”, comenta.

Afronta su séptimo Mundial. ¿Se imaginaba una carrera tan dilatada? Si me lo hubiesen dicho en 2003, en mi primer Mundial, no me lo habría creído. Pero todo ha venido rodado. Al final han pasado 12 años y sigues ahí, y eso te enorgullece. Estoy en un buen momento y esto es una motivación más.

Anunció que su idea era retirarse en Barcelona 2013. ¿Qué paso para seguir en la brecha? Mi idea era acabar en Barcelona 2013 pero los resultados deportivos no fueron los que quería. No me lo pasé bien y acabé desilusionada. No viví el campeonato. No quería dejar la natación con ese mal sabor de boca y decidí seguir un año más. Y aquí sigo. Este año he podido entrenar bien y me encuentro de nuevo en el Mundial.

¿Qué objetivos se marca en este Mundial? El objetivo del 10 kilómetros es estar entre las diez primeras para ir automáticamente a los Juegos de Río. El del 5 kilómetros de mañana es conocer el circuito. Me viene bien para tocar agua y ver a las rivales.

¿Es factible lograr esa clasificación olímpica? El objetivo es real, pero somos muchas candidatas. Hay que nadar una buena carrera y reservarse para el final. Hay que saberlo gestionar para no llegar agotada. Si compito bien, lo conseguiré.

Le ha salida un nueva rival en casa, la joven María Vilas. Cada vez hay nadadoras más jóvenes en aguas abiertas. ¿Eso es un inconveniente para usted? La experiencia es muy importante. No es lo mismo nadar cómoda que hacerlo en un grupo con 60 personas, con giros, golpes y corrientes. Tienes que improvisar, cambiar de táctica. Pero es verdad que cada vez las carreras serán más rápidas porque hay mucha juventud. Y eso, al contrario de lo que pueda parecer, a mí me beneficia.

¿Y después de los Juegos de Río? Después de Río seguramente será el final, a no ser que allí gane una medalla. En 2016 lo dejaría. Es una buena forma de hacerlo, tras recuperar la ilusión y acabar de competir en unos Juegos… Sería impresionante. Serían mis cuartos Juegos. No me esperaba hacer una carrera tan grande.

¿Qué ayudas económicas tiene usted ahora? No tengo beca ADO. Cobro lo que trabajo en el colegio haciendo de psicóloga y mi otra parte de la beca me la paga la Federación Catalana. Tengo algunos patrocinadores pequeños que me ayudan también.

¿Cómo le va la faena de psicóloga? Estoy muy contenta. Trabajo con la psicóloga que se encarga de la parte académica, pero yo me encargó de los casos deportivos. Me encontré muchos niños con ilusiones pero que de pequeños se presionan demasiado porque no llegan los resultados. Tienen que disfrutar del camino. Compites porque te gusta y tienes que valorar eso.

Vaya, algo frecuente también en la elite… Este problema existe. Alguien te tiene que ayudar. Muchos de los deportistas de primer nivel tenemos psicólogos que nos respaldan. No es fácil cuando llevas tanto tiempo en la elite. A veces solo ves tu realidad y necesitas una voz externa que te haga verlo de otra manera.

¿Usted necesitó ayuda alguna vez? Necesité ayuda porque después del Mundial de Barcelona no era capaz de salir del bucle. Había detectado el problema, sabía por qué paso, pero... En algún momento que todo el mundo duda y necesitas que alguien externo te dé una palmada. Puedes ser muy fuerte mentalmente, pero el alto nivel es muy exigente.

No se prevén unos Mundiales con muchas medallas para la delegación española. ¿Se ha dado un paso atrás o falla algo? No hay que avanzar las cosas antes de que pasen. Hasta que no compitamos no se puede valorar. Sí que es verdad que las expectativas pueden ser más bajas. Pero veo al equipo de aguas abiertas muy fuerte y con gente joven. Y en la natación también. Mireia en la competición se crece. Todos tienen ganas, aunque sí que es verdad que las perspectivas puedan ser más bajas, pero hay que esperar.

¿La Federación trata bien las aguas abiertas? Tuvimos bastantes recortes. Al principio de temporada tuvimos una planificación de calendario y faltaron algunas pruebas. Competimos poco. En mi caso solo hice dos en todo el año. Pero si todo sale bien el año que viene haremos más.

¿Se ve de psicóloga después de Río? Me gustaría tener ese papel. No me gustaría dejar lo de Santa Clara, es una gran oportunidad pero estoy muy contenta. Me encantaría ser psicóloga del Barcelona, del Comité Olímpico o de la Federación. Sería seguir en el mundo del deporte, aplicar mis conocimientos y que la gente pueda aprovechar mi experiencia.