MUNDIAL DE NATACIÓN | MIREIA BELMONTE
"Fred Vergnoux dice que es mejor que no compita en Kazán"
"Cree que hay que hacer un descanso de hombros y recuperar bien, aunque siga entrenando las piernas. Que hay que descansar", explica la nadadora española.
—Dice su entrenador que los días que están viviendo son de locos. ¿Angustiosos?
—Diferentes. Días que no estamos acostumbrados a afrontar. Desesperantes, porque ya no sabes qué hacer con el hombro, si cortártelo… Pero hay que aprender a llevarlos. No estoy baja de moral. La lesión forma parte de la vida del deportista. Fred Vergnoux cree que es mejor que no compita en Kazán, que debo descansar y luego empezar a tope, pero… (Por la tarde, la doble medallista olímpica visitó a otro médico en Madrid, el noveno que la ha visto ya intentando encontrar remedio a la bursitis y tendinitis que afectan a sus hombros).
—¿Cuándo comenzó el dolor?
—Antes del Campeonato de España Open, en marzo, ya estuve lesionada. Allí nadé con un dolor soportable. Luego vino la una rotura del supraespinoso del hombro izquierdo, que era el que no tenía dañado. Y al final me he visto que casi no podía mover los dos.
—De 0 a 100, ¿cómo iría Mireia al Mundial?
—Si llego, estaré a un 80%. Con eso, nadar una final ya estaría bien. Del 1 al 10, ahora doy un cinco a las opciones de acudir.
—¿Qué plazos se da para decidir?
—Un par de días antes de competir. El 27 de julio está previsto el viaje y a partir del día 2 la competición. Podría ir y probarme. La competición es totalmente diferente al entrenamiento. Tienes la cabeza tan centrada que no sientes tanto el dolor. Quizá viaje y nade un par de pruebas para ver cómo estoy. Primero descartaría las largas, y en la que más opciones tendría es en el 200 mariposa. (En su programa estaban 200 y 400 estilos, 200 mariposa, 400, 800 y 1.500 libre y 5 km aguas abiertas).
—¿Superan las ganas de competir al dolor?
—Sí, porque he trabajado mucho desde septiembre pasado. Me resisto a quedarme con la espina clavada después de tanto trabajo.
—¿Cambiaría ser la reina de este verano por la del próximo, con los Juegos Olímpicos?
—Sí, claro, lo firmaría. El año olímpico es el más importante. Si tengo que renunciar al Mundial de Kazán por intentar ser oro en Río 2016, se hará. Si lo supiera ya hoy, lo tendría claro.
—¿Ha cambiado mucho la preparación por la lesión?
—No. Entreno como los demás. Hago mis ejercicios de prevención, y al agua. En el gimnasio sí hago cosas diferentes, más trabajo de piernas. Y luego mucha fisioterapia. El dolor también es un aliado. Cuando pega fuerte, bajo de intensidad.
—Si no va, ¿lo verá por la tele, o no le dará tanta rabia que no querrá saber nada?
—No me lo perderé. También se aprende mucho.
—¿A quién hay que seguir?
—¡A Katie Ledecky, por supuesto! También a Chad le Clos, a ver si sigue siendo el rey de la mariposa. Y seguro que explotará alguien joven. En cuanto a los españoles, casi todos pueden entrar en finales.