Repetición instantánea
Es hora de confirmarse o morir para varios QB’s
Seis pasadores entran a la temporada 2015 con la obligación de consolidarse y llevar a sus equipos a trascender y no sólo a ser un participante más.
Ser quarterback en la NFL no se trata sólo de destreza, fuerza y precisión para lanzar el balón, también se requiere de liderazgo y en 2015, varios pasadores deben reunir todas estas cualidades para llevar a sus equipos a un nivel superior.
Son varios los pasadores que tienen la consigna de mejorar notablemente la próxima temporada y aunque son varios factores los que influyen en la posibilidad de lograrlo. Al final, son los máximos responsables de que sus respectivas ofensivas caminen y lo hagan bien o de lo contrario, su siguiente tarea será la de llevar apuntes en la banca.
Un común denominador entre estos quarterbacks es que todos juegan en equipos que aspiran, al menos, a llegar a Playoffs y aunque varios lo han logrado en otros años, la misión es llegar aún lejos en la carrera por el Súper Tazón.
RYAN TANNEHILL, Miami
Su desarrollo ha sido discreto, pero progresivo. Sin embargo, al entrar en su cuarta temporada y tras firmar una extensión de contrato por cuatro años y 77 millones de dólares, le exigen a Tannehill terminar por convertir a Miami en un equipo contendiente.
Conscientes de ello, los Delfines no dejaron solo a su pasador al firmar receptores como el experimentado Greg Jennings y ágiles y hábiles como Kenny Stills y Tommy Streeter, quienes deben ayudar a que Tannehill mantenga su producción en ascenso tras lanzar para 3.294 yardas y 12 touchdowns en 2012 en su año de novato, 3.913 y 24 touchdowns al año siguiente y 4.045 yardas y 27 envíos a las diagonales la temporada pasada.
GENO SMITH, N.Y. JETS
Tan pobre ha sido el desempeño de Smith en la NFL, que cualquier mejoría, por menor que sea, será un gran avance para el pasador de tercer año, quien ha sufrido 34 intercepciones a cambio de 25 pases de touchdown y tiene marca de 11-18 en sus dos primeros años en la NFL.
Para elevar su nivel y de paso su confianza, Smith contará con el apoyo de un cuerpo de receptores vigorizado con Brandon Marshall, quien llegó de Chicago y hará mancuerna con Eric Decker.
ANDY DALTON, Cincinnati
Ha llegado a Playoffs desde el inicio de su carrera hace cuatro temporadas con un desempeño lejos de lo espectacular, pero sí consistente, lo que quedó en evidencia con su porcentaje de pases completos de 64.2 en 2014, el más alto de su carrera, y pese a una sensible baja en su producción.
El asunto con Dalton pasa más por lo psicológico, pues en esos cuatro años no ha logrado ganar ningún duelo en Playoffs, lo que significa que un triunfo en postemporada sería un avance importante en su desarrollo, que ya entra en la etapa de consolidación.
SAM BRADFORD, Filadelfia
El nuevo quarterback de las Águilas está frente a la temporada más importante de su carrera, pues viene de recuperarse de una segunda rotura del ligamento anterior cruzado de la rodilla izquierda, lesión que había sufrido a mediados de la temporada 2013.
A diferencia del poco material del que dispuso en sus tres primeros años en la NFL con San Luis, Bradford contará en Filadelfia con un cuerpo de receptores eficiente y veloz con Riley Cooper, Jordan Matthews y Miles Austin, además de un sólido ataque terrestre con DeMarco Murray, el líder corredor en 2014, y Ryan Matthews.
ALEX SMITH, KANSAS CITY
Luego de demostrar en sus dos primeros años con los Jefes su capacidad para manejar con eficiencia su ofensiva, llegó la hora de que Smith se aventure a lanzar el balón más lejos.
Es claro que Smith no tiene la fuerza en el brazo para lanzar espirales de largo yardaje con frecuencia, pero ese manejo del ritmo de su ofensiva y el aporte de un elusivo ataque terrestre encabezado por Jamaal Charles, debe ayudar al pasador a localizar con frecuencia a sus receptores, en particular a Jeremy Maclin, y llevar a los Jefes a ganar su primer juego de Playoffs desde la temporada 1993.
MATT RYAN, Atlanta
Capacidad la tiene y la ha demostrado con un estilo conservador, pero muy efectivo para lanzar el ovoide, como lo indican cuatro campañas en fila con más de 4.000 yardas por pases y 115 pases de touchdown en ese lapso.
El problema de Ryan pasa más por lo subjetivo, su capacidad para manejar la presión de llevar lejos a los Halcones. Tiene marca de 1-4 en postemporada, con su único triunfo en esta instancia en la campaña de 2012, la última en la que pudo guiar a Atlanta a Playoffs.