La quiniela de los training camps de Browns y Bengals
El training-camp es la parte del football que menos gusta a los jugadores. Hay que soportar duros esfuerzos bajo un sol implacable, para ponerse a punto ante la exigente campaña que se avecina. Aunque necesario, no son pocos los veteranos que tratan de esquivarlo aduciendo ligeras lesiones o disputas contractuales. Y no sólo se trata del ejercicio físico. Si llega algún entrenador nuevo (que suele ser lo normal, aunque sea de posición), hay que aprender sus nuevas rutinas, su visión del juego, etc. Es posible incluso que llegue con un cambio de filosofía radical, que obligue a modificar sistemas tácticos, y que jugadores habituados a una posición concreta, o unas funciones específicas, se vean obligados a alterarlas. La resistencia al cambio es un hecho probado en el ser humano, y reubicarse en puestos a los que no estaban acostumbrados probablemente sea lo que más le cueste a los veteranos. Quizá no sea tan complicado para los novatos, cuya juventud y ansia de aprender son factores que favorecen la adquisición de nuevos hábitos. Pero sin embargo, deberán adaptarse a las responsabilidades de su nueva profesión, de su nuevo estatus, tanto en lo económico como en la relación con sus compañeros, teniendo que aceptar con humildad rebajar los aires de estrella con que muchos llegan de la universidad.
En el artículo anterior comentaba que a la competición en los training-camps les llamaban “batallas”. Un título un tanto excesivo, pero no exento de cierto realismo. Sin duda hay disputa, hay heridos, hay que obedecer órdenes ciegamente, hay sudor, puede que incluso sangre y lágrimas, y sobre todo, hay agujetas. Pero en esa inhóspita trinchera se refuerzan complicidades, se fortalecen sinergias, se forjan hermandades imperecederas para los complicados días que se avecinan. Está demostrado que las cotas más altas de solidaridad se alcanzan cuando juntos hay que hacer frente a la adversidad. Y si hablamos de pasar penalidades, los equipos que vienen a continuación se llevan la palma.
En los Bengals regresan 20 de los 22 titulares de 2014, por lo que la pelea no es tanto por una titularidad difícil de alcanzar como por promocionar posiciones en el depth chart. No obstante, sí habrá una dura pugna por ser el WR que acompañe a Green. El recuperado Jones parte con ventaja, sin olvidar a Sanu ni a Moore, quien ya estuvo con el OC Jackson en Oakland. En la secundaria ya no está Newman, y su plaza se la disputarán los prometedores Kirkpatrick y Dennard, con permiso de “Pacman” Jones. Para mejorar la defensa contra la carrera se prevén cambios en el puesto de SLB. Si Lamur no experimenta una clara mejoría en este apartado, pueden tener su oportunidad el siempre lesionado y por tanto casi olvidado Porter, o el tormentoso rookie Dawson. No obstante, una de las batallas más emotivas será por ver si Still, tristemente famoso por la lucha contra el cáncer de su hija, consigue entrenar a un nivel tal que sea su calidad el argumento para quedarse en la plantilla, y no el sentimentalismo del club ante su delicada situación personal. Sus principales rivales serán el hasta la fecha decepcionante 2ª ronda Hunt y el repescado de Oakland, y quizá más necesario como nose-tackle, Pat Sims.
Batalla por ser el WR2: 1-Marvin Jones; X-Mohamed Sanu; 2-Denarius Moore
Batalla por ser el CB2: 1-Adam Jones; X-Dre Kirkpatrick; 2-Darqueze Dennard
Batalla por ser el SLB: 1-Emmanuel Lamur; X-Sean Porter; 2-Paul Dawson
Batalla por quedarse en roster: 1- Devon Still (DT); X- Margus Hunt (DE); 2-Pat Sims (NT)
En los Browns, el año pasado funcionó bien la dupla de corredores Crowell y West, pero este año se suma a la competencia el novato Johnson. Aunque habrá oportunidades para todos, uno tendrá que ser el principal, y calidad para ello no le falta a ninguno. Hablando de calidad, otra posición donde anda sobrado este equipo es en la de cornerback. Tanto que cualquiera de los tres que compiten por acompañar en la alineación titular a Joe Haden tienen sus oportunidades, y ninguno lo haría mal. Tramon Williams aporta su experiencia, K’waun su fenomenal estado de forma, y Gilbert la categoría que se presupone a un top-10 de draft. No podemos decir lo mismo del cuerpo de receptores. Aquí tampoco desentonaría ninguno de los aspirantes a acompañar a Bowe,… pero por no dar la talla. Hartline, pese a su desastrosa última campaña en Miami, es el favorito frente al habilidoso Hawkins y el voluntarioso Gabriel. No obstante, creo que la contienda más trascendental para el equipo puede ser la de quién ocupará la plaza de nose-tackle. Más que la de quarterback, que es en la que todos estáis pensando, porque ahí no hay debate abierto: es para McCown… y conforme avance la temporada, ya se verá. Sin embargo, para que el proyecto funcione deben detener el juego de carrera rival como sea, y eso sólo lo lograrán acertando con el NT. Han fichado a Starks, dado que Taylor no ha ofrecido el rendimiento esperado, aunque el novato Shelton, elegido con su primer pick el pasado draft, tiene también muchas papeletas para ser el elegido.
Batalla por ser el RB1: 1-Isaiah Crowell; X-Terrance West; 2-Duke Johnson
Batalla por ser el CB2: 1-Tramon Williams; X-K’waun Williams; 2-Justin Gilbert
Batalla por ser el WR2: 1-Brian Hartline; X-Andrew Hawkins; 2-Taylor Gabriel
Batalla por ser el NT: 1-Randy Starks; X-Phil Taylor; 2-Danny Shelton
Mis pronósticos: para los Bengals, 1 – X – 1 – X; para los Browns, 1 – X – 1 - 2