Manolo Camiña busca un sucesor para presidir al Cangas

Manolo Camiña ha dicho basta, que no sigue que ha llegado su momento de dejar la presidencia del Cangas, club en el que entró "hace 49 años de los 55 de historia que tiene". "Con 16 años, a los cinco partidos como jugador ya era también el entrenador, y el que buscaba el dinero para sobrevivir, el que pasaba la bolsa para que los espectadores nos ayudasen con sus monedas a mantener el club", comenta.

El caso es que Camiña no es sólo un presidente histórico, sino el auténtico factótum de un club que esta temporada, por segunda vez, se ha clasificado para jugar en la EHF euroepa: 2Es el momento de dejarlo, con el club con superávit, sin deudas, y en top five, que es la mejor posición del club en toda su historia".

Asegura que espera colaborar "con la nueva directiva", y que si tiene que pasar la mopa al pabellón lo hará "porque sólo sería la enésima vez que lo hiciese", dice, él que es uno de los personajes más inefables del balonmano español. "Y además, desde fuera, si el club quiere utilizar mis contactos y mi experiencia, que cuente conmigo pero sin estar en la directiva", afirma.

Por ahora dirige la Junta gestora "porque tras cuatro años hay que dimitir", y en eso está, en dar con un sucesor que quiera hacerse cargo de un trabajo de casi medio siglo en el que ha sido todo en su club, "y llega una edad, en la que aún sintiéndose uno joven, debe dejar el paso a sangre nueva".

Y sale al paso de que su decisión se vea empujada por su mala relación con la directiva de la Asobal, y aprovecha la ocasión para sostener que "son los clubes, con los 30.000 euros de canon, los que están reflotando a la Liga, porque el saneamiento es a costa de las entidades. Esta Asobal no sirve para nada"