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Historias de la American Bowl

Ya que pensar en los Barcelona Dragons tuvo tan buen acogida entre vosotros, pienso que es el mejor momento para explicaros otras aventuras que vivió el fútbol americano profesional en España, cuando casi más de 150 jugadores de la NFL se dieron cita varios días en el campo del Sot del Migdia (Montjuic) -ahora de hockey hierba- para celebrar entrenamientos conjuntos entre dos equipos, Pittsburgh Steelers y San Francisco 49ers, que tenían tan buena relación que se avinieron a realizar juntos espectaculares scrimmages en la Montaña Mágica de la Ciudad Condal.

La serie American Bowl comenzó en Londres en 1986 y llegó a España siete años más tarde, como compensación por parte de la NFL a Barcelona debido al parón momentáneo de la World League. Así, en un julio tan caluros como el que estamos viviendo ahora, nos desplazamos una expedición de varios periodistas a Latrobe, Pennsylvania, a Saint Vincent College, cuartel general de los Pittsburgh Steelers en el verano. Allí, el equipo de la familia Rooney celebra cada temporada su training camp desde hace 50 años. Tuvimos la suerte de ver el primer día a todos los jugadores y al cuadro técnico, que encabezaba en aquel entonces Bill Cowher, dedicados únicamente a firmar autógrafos, uno por uno, a todos los aficionados que se dan cita en los bosques del condado de Westmoreland. No hay ningún conjunto, con excepción de Green Bay, que sea tan cercano a su afición como Pittsburgh. Los Steelers son una verdadera religión en la zona y atestiguarlo fue una gran experiencia.

De allí partimos hacia Sacramento, donde presenciamos un escenario totalmente diferente. Los 49ers no eran cercanos ni mucho menos. Los entrenamientos se realizaban a puerta cerrada y los jugadores eran poco accesibles, no por ellos, sino porque el departamento de prensa levantaba una pared infranqueable entre sus estrellas y los medios de comunicación. Al final, pudimos entrevistar a uno de los mejores quarterbacks zurdos de todos los tiempos, Steve Young, quien, curiosamente, actuó como titular oficial del conjunto del norte de California por primera vez en Barcelona, ocupando el sitio del legendario Joe Montana, que se marchó aquel año a Kansas City.

Montjuic no se llenó para el gran encuentro entre 49ers y Steelers, pero sí atrajo a más de 40.000 personas, a pesar de que la American Bowl se disputó un 1 de agosto. Ganó San Francisco, 28-21, pero el resultado fue lo de menos, ante una experiencia irrepetible, codeándonos con los más grandes. Los Manolos amenizaron la media parte y una fiesta post partido, en pleno Pueblo Español, que es una de las más grandes que recuerda la NFL, con el mismísimo Paul Tagliabue marcándose unos pasitos de baile, bajo la atenta mirada de Roger Goodell, en aquel entonces responsable de las operaciones internacionales de la liga.

Ambos equipos dejaron su huella personal en Barcelona. Los 49ers eran diferentes a los de ahora. No solo por su impresionante juego de ataque, sino porque su dueño Eddie DeBartolo y su séquito dejaban propinas de hasta el 100% allá por donde pasaban. Los Steelers, por su parte, impactaron por sus grandes valores. Trajeron un equipo de baloncesto de niños pobres de Pittsburgh, hospedándolo en el mismo hotel en el que estuvo un año antes el Dream Team de Magic Johnson, Michael Jordan, Larry Bird y compañía durante los Juegos Olímpicos de Barcelona.

En 1994 vinieron a Barcelona los Broncos de John Elway y se enfrentaron a los Raiders, pero la animadversión entre ambos clubes no permitió tantas actividades promocionales como las del primer partido de la NFL disputado en tierras españolas. La American Bowl estuvo presente en todo el mundo durante muchos años, hasta que los jugadores se cansaron de viajar y los aficionados de ver a las grandes estrellas disputar solo un drive antes de que saltaran al campo los reservas que luchaban por un sitio en el roster final de la plantilla. Sin embargo, la American Bowl fue la precursora del éxito que se vive ahora en Londres con los partidos de temporada regular de una serie que concluirá probablemente con al menos una franquicia de la NFL en el Viejo Continente.

Cinco cosas que pienso:

1. Pienso que al concluir la temporada 2015-16 de la NFL habrá muchos más aficionados de los Titans que ahora. Los que ya solo son puede estar más que esperanzados con los informes que llegan desde Tennessee sobre la progresión de Marcus Mariota.

2. Pienso que la División Este de la AFC será la número uno este año en la NFL.

3. Pienso que los Seahawks deberían pagarle a Russell Wilson lo que pida.

4. Pienso que Darren McFadden va a tener un gran año en el backfield de Dallas.

5. Pienso que no deja de ser curioso que la NFL esté tan centrada en tener un equipo en Los Angeles la temporada que viene. Es cierto que es un mercado excelente, pero no ha habido una franquicia de allí en los últimos veinte años y las cosas no han ido nada mal en general a la mejor liga deportiva del mundo…