Muhammad Wilkerson vuelve a los Jets aún enfurruñado

"Estoy frustrado". Contundente. Directo. Tal y como juega, así se expresa también Muhammad Wilkerson, línea defensivo de los New York Jets, que se presentó por primera vez a los entrenamientos esta temporada, pero dejó claro que seguía enfadado con la franquicia.

El problema es, como casi siempre, el dinero. Y como casi siempre, también, en la NFL, el dinero garantizado y la necesidad de asegurar el futuro por parte de aquellos que han rendido muy por encima de su contrato actual.

Es el caso de Wilkerson. Se trata de uno de los mejores líneas defensivos de la liga. La gran defensa de los Jets, que pinta que será aún mejor este año, empieza con Mo y con su capacidad para destruir líneas ofensivas rivales. El jugador está en su último año de contrato rookie y va a cobrar 7 millones de dólares.

Dados los riesgos que se corren en este deporte, es más que entendible que los jugadores quieran firmar sus nuevos contratos antes de que estos concluyan, de forma que una inoportuna lesión no tenga efectos sobre los emolumentos a percibir. Wilkerson y su agente querían tener un nuevo contrato ya firmado antes de que comenzase esta temporada y, como no lo consiguieron, decidieron que se saltarían los entrenamientos.

Pero resulta que los Jets eligieron en el draft a Leonard Williams, porque no se podían creer que un jugador de esa categoría les llegase al número 6 y, a pesar de tener la posición bien cubierta, se hicieron con él. Este movimiento sirvió, además, para eliminar la presión que podía ejercer Mo con su ausencia de los entrenamientos pues, a las malas, su sustituto estaría en la plantilla.

Así que enfurruñado, frustrado y con cara de pocos amigos, Wilkerson ha aparecido hoy por las instalaciones de los Jets y se ha puesto a trabajar. Ahora su capacidad de negociación no será la misma pero si en Nueva York son listos se pondrán manos a la obra para tratar de satisfacer a uno de sus mejores jugadores. Sería raro que un acuerdo no llegase en un plazo de tiempo razonable, es decir, antes de comenzar la temporada regular. Eso sí, con menos dinero garantizado del que exigía Wilkerson, eso seguro.