ARMAGEDÓN EN LA BAHÍA
Pero... ¡¿Qué demonios pasa con los San Francisco 49ers?!
Un cambio traumático de entrenador seguido de cuatro jubilaciones de jugadores disparan las alarmas en un equipo que, hace dos años, estuvo a siete yardas de ganar la Super Bowl.
No somos tu y yo, dos tíos que sólo podemos imaginar qué pasa por la cabeza de un monstruo de 150kg cuándo este pone (o cuelga) un casco de la NFL.
Para que uno de los mejores jugadores de la liga, elegido en el Top 3 del Draft de 2010, se pregunte - ¡y públicamente! - "¡¿Qué pasa?!" con otro equipo es porque la situación de los San Francisco 49ers alcanzó un nivel de drama casi surrealista y que está despertando debates en todos los niveles de la liga.
Tras la salida traumática de Jim Harbaugh, peleado con el propietario de la franquicia y el general manager, y la contratación del desconocido e inexperto Jim Tomsula para comandar el equipo, cuatro jugadores clave han anunciado que se retiran. Sí... ¡CUATRO!
Uno, Justin Smith, era un veterano que ya llevaba un par de años planteándolo. Normal. Pero los otros tres son jugadores que nadie se lo imaginaba que podrían colgar los cascos ni mucho menos.
Primero fue Chris Borland, un chaval de 24 años, que anunció su jubilación tras sólo un año en la NFL por los peligros de las lesiones cerebrales que la práctica de este deporte conlleva.
Segundo, Patrick Willis, uno de los mejores jugadores de la liga en el tope de su carrera que, a los 30 años, tras llevar un par de años peleando con una lesión el pié decidió que no valía más la pena seguir jugando y poner en riesgo su salud a largo plazo.
Ahora llega otra bomba, la de Anthony Davis, el línea ofensiva de 25 años, que anunció que se alejará "un o dos años" de la NFL para "permitir que su cuerpo y cerebro se recuperen y se refresquen".
Lo de Davis es impactante porque el chico es conocido por ser uno de estos líneas ofensivos con instinto primario, que se suponía le encantaba la brutalidad de la batalla en las trincheras en el juego de carreras. Los 49ers subieron en la primera ronda de 2010 para draftearle y le renovaron por una pasta el año pasado. Pocos right tackles de la NFL abren espacios para la carrera como él.
Que dos jugadores jóvenes del mismo equipo decidan dejar liga de esta manera, al mismo tiempo que dos veteranos y líderes de la plantilla, hizo que sonara la alarma en la prensa y entre los aficionados. Todos se preguntaron: ¡¿Qué pasa?!
Choca porque no estamos hablando de los Browns, Raiders, Jaguars o Jets, equipos se popularizaron por meterse la pata temporada tras temporada. Los 49ers llegaron a tres finales de Conferencia seguidas, la última en enero del año pasado, y hace dos años estuvieron a siete yardas de ganar la Super Bowl ante los Ravens. Estaban considerados un ejemplo de franquicia bien gestionada. Tenían una de las mejores plantillas y equipos técnicos de la liga y fueron el primer equipo a construir un estadio con dinero público en California desde el año de la pera.
Hoy parecen una organización sin norte y sin plan aparente. Con un equipo técnico prácticamente desconocido, un quarterback que es una incógnita y una defensa desfigurada.
Todo que este equipo parecía ser hace un año, ya no lo es.
Jim Harbaugh es un maniático, un loco insoportable conocido por agotar física y emocionalmente los equipos por donde pasa. Por algo parece imposible que él se quede más que cuatro temporadas en cualquier sitio. Pero, ¿podría esta especie de “resacón” dejado por el exentrenador haber sido tan traumático a punto de jubilar a cuatro jugadores?
“Él exige demasiado a los jugadores, quiere demasiado, espera demasiado. Y llega un momento en el que lo único que quieres es darle una leche.”, afirmó Alex Boone, guard de los San Francisco 49ers, al describir a aquel que fue su entrenador durante cuatro temporadas. “Él hace muy bien al principio como motivador, la chispa inicial, hasta que nadie aguanta más, que le quieres decir ‘tío, ya está, tranquilízate’. Llega una hora en la que nadie ya ni le quiere", dijo el línea ofensivo.
No creo que sea el único motivo, pero sí que creo que es uno de muchos factores. Por algo Jim Tomsula ha disminuido la intensidad de los trabajos de off-season y desvió el foco más hacia los fundamentos y la preparación mental.
Por otro lado, está Jed York, propietario de los 49ers, que sólo ha empeorado la situación al filtrar a la prensa - durante toda la temporada pasada - noticias de que la situación estaba insostenible con Harbaugh y que le iba a echar. Eso sólo hizo aumentar la tensión y este equipo colapsó en 2014.
Este mismo lunes, el reportero Kyle McLorg escribió que una fuente le dijo que en 2014 Jim Harbaugh rechazó la entrada de Jed York a una reunión con los jugadores diciéndole al propietario de la franquicia que era un encuentro "sólo para hombres".
Los 49ers parecen un equipo agotado física y emocionalmente.
Y puede ser por eso puede que el general manager, Trent Baalke, haya decidido resetear a la máquina y empezar un proceso de reconstrucción con un entrenador de su confianza, un tío buen rollo que él conoce muy bien y que cae genial a todos los jugadores.
Individualmente, la plantilla sigue muy buena. Mejor que de la mitad de la liga. El problema es saber cómo va reaccionar con un entrenador debutante frente a la salida de líderes como Patrick Willis, Justin Smith o Frank Gore, que se fue a los Colts, y de jóvenes titulares como Anthony Davis, Chris Borland y Mike Iupati, que se fue a los Cardinals.
El receptor Torrey Smith definió muy bien la realidad en Twitter: “no se juegan partidos en la off-season”.
En setiembre, Smith y sus compañeros tendrán su oportunidad de cambiar los titulares. Porque, ahora mismo, las noticias no son nada buenas.