AFC OESTE DESDE DENTRO
Keenan Allen busca remontar tras un año algo decepcionante
Después de ser votado por los internautas como el mejor rookie de la NFL, el receptor de los Chargers ha sufrido un ligero bajón en la temporada que debía de ser la de su confirmación.
"Sophomore slump", un término que se está poniendo de moda en la NFL. Se viven tiempos de precocidad en la liga, tiempos en los que cada vez cuesta menos adaptarse al profesionalismo tras el paso por una competición universitaria cada vez más profesionalizada, valga la redundancia. El fenómeno sophomore slump responde a un descenso, empeoramiento o declive en la segunda temporada con respecto al rendimiento ofrecido en la primera.
En 2014, Keenan Allen, receptor de los San Diego Chargers, ha sido uno de los jugadores que ha experimentado un pequeño bajón en su juego con respecto a su año rookie. No ha sido nada drástico, pero suficiente como para que desde los Chargers le hayan dado un pequeño toque de atención, especialmente en lo que a su ética de trabajo se refiere. Si bien fué clave en la remontada de San Diego ante Baltimore (jornada 13) que les hacía pensar en la wildcard como algo muy factible, desapareció en los dos últimos partidos que disputó antes de lesionarse, en donde solo pudo conseguir 21 yardas totales. Una despedida de temporada diferente a la de su año rookie, donde se despidió ya en los Play Offs con un partido de 142 yardas y 2 TDs ante los Denver Broncos. Solo en la quinta jornada de esa temporada como novato, con un partido de 115 yardas, se convirtió en el Rookie de los Chargers con más yardas de recepción en un partido desde que John Jefferson lo hiciera en el año 1978.
Pese a todo, esto no quiere decir que Keenan Allen ya haya tocado techo y nunca más vaya a volver al nivel de su año rookie. Otros jugadores como Matt Ryan o Ndamukong Suh supieron reponerse después de un gris año sophomore en la liga, así que aún nos queda Keenan Allen para rato. En 2014, no pudo ser rookie del año ya que el premio oficial fué a manos de Eddie Lacy, RB de los Packers, aunque en la votación de rookie del año que patrocina Pepsi a través de NFL.COM, si que fué votado como rookie del año por los internautas.
Keenan Allen es probablemente el jugador con más talento natural en el roster de los San Diego Chargers. Su juego de pies en la línea de scrimmage es realmente agradecido de ver para el espectador y no tan agradecido para los CBs rivales, a los que en ocasiones deja en evidencia ganándoles metros de separación en cuestión de décimas de segundos. Tiene el tamaño, el control del cuerpo y la agresividad para atacar el balón en el aire y puede ganar yardas después de la recepción gracias a su elusividad. Tal vez le falta tener más consistencia y una marcha extra en su velocidad, pero estamos sin duda ante uno de los talentos más naturales de la posición en la liga. Keenan Allen es ese jugador que tiene ese algo especial que le hace destacar sobre el resto, ese jugador que hace lo difícil parecer algo rutinario. Probablemente es un jugador que no haya recibido la prensa que merece por jugar en San Diego, pero estoy seguro de que jugando en un mercado más poderoso, se hablaría mucho más de él. Si Keenan Allen y Melvin Gordon hacen lo que saben hacer con el balón en las manos, el año que viene oíremos hablar mucho de San Diego.
Es un jugador con talento para ser uno de los mejores de la liga en su posición y estar entre los cinco primeros en su posición, es decir, entre la Crème de la crème. No obstante, deberá reaccionar y no convertirse en un nuevo Michael Clayton o Mike Williams, entre otros, recepetores que pasaron de prometer todo al olvido en muy poco tiempo y que fueron víctimas de ese "sophomore slump".