SAN DIEGO CHARGERS
Los Chargers enfurecen a su mejor jugador defensivo
La gestión que está haciendo el staff técnico del equipo de San Diego de la situación contractual de Eric Weddle es un desastre.
Rápido, sin pensar, decid cual es el grupo más flojo de los San Diego Chargers. Si habéis dicho la defensa estáis en lo cierto. Si habéis dicho el ataque es que os estáis haciendo los graciosos. Si habéis dicho los equipos especiales estáis tratando de hilar demasiado fino.
A toda velocidad, a bote pronto, decid cual es el mejor jugador de la defensa de los Chargers. Cualquiera que no haya dicho Eric Weddle que haga el favor de dejar de tomarnos el pelo a todos los que estamos tratando de seguir este texto con cierto orden, hombre ya.
Eric Weddle es el mejor jugador de la defensa de los Chargers y una de las pocas esperanzas del equipo, uno de los clavos ardiendo a los que agarrarse para creer en que pueden destronar a los Denver Broncos en la cima de la AFC Oeste. Dado que el ataque va a funcionar, toda mejora tendrá que venir por el lado de la defensa. Y esa mejora sólo se entiende si Weddle sigue a su nivel. Que es el de la total y absoluta élite de la NFL. Se cuentan con los dedos de una mano (y sobran) los strong safeties de su nivel.
Pues bien, Tom Telesco, general manager de la franquicia, y Mike McCoy, entrenador jefe de la plantilla, no han tenido mejor idea que cabrear como una mona a su estrella defensiva al punto de que no ha aparecido aún por los entrenamientos del equipo.
Eric Weddle tiene 30 años. Esta temporada cobrará 7,5 millones de dólares, pertenecientes al contrato de 5 años y 40 millones que firmó en el 2011. Será agente libre el próximo invierno. Por eso quiere sentarse a negociar ya mismo con la franquicia con la que ha jugado sus ocho años como profesional. Y le han dado con la puerta en las narices.
No sólo eso, sino que le han dicho que en modo alguno hay opciones de que el tema se vaya a tratar. E, incluso, al no estar en los entrenamientos, McCoy ha dicho a sus compañeros que el equipo va a actuar como si Weddle no fuese a jugar la temporada con ellos.
Es un movimiento de una extrema torpeza.