Una marea de guerreros toman la Spartan Race de Madrid

Torsos desnudos, cuerpos esculturales y muchos kilómetros en un terreno sinuoso con obstáculos y asfixiante barro fueron la esencia de la Reebok Spartan Race de Rivas. 12.000 ‘espartanos y espartanas’ vivieron (y lo seguirán haciendo este domingo) la rudeza de esta carrera que culminó en el Auditorio Miguel Ríos. El portugués Tiago Lousa y la francesa Marion Lorblanchet fueron los ‘superguerreros’ que se impusieron en la categoría Súper (13 km y más de 20 obstáculos).

Tras ellos, una riada de atletas que en la salida hacía el mítico grito espartano (“Au! Au! Au!”) para perder el miedo a lo que se le venía por delante. Barro, fuego y mucho sol que superaron con pruebas muy exigentes físicamente como superar muros de dos metros y medio de altura, transportar sacos de arena de 20kg o troncos de madera de 15kg, arrastrarse por los suelos por debajo de alambradas con pinchos o por barrizales de lodo, subir la cuerda a pulso, escalada de obstáculos, lanzamiento de jabalina e incluso pruebas de memoria entre prueba y prueba. Cuando el espartano de turno no podía superar un obstáculo podía seguir su camino pagando un peaje de 30 burpees (este ejercicio consiste en hacer una sentadilla, apoyar los brazos en el suelo, hacer una flexión con los codos, recoger las piernas y pegar un salto vertical).

Pero todo ese fuerzo se convirtió en gloria para los guerreros que atravesaron la línea de meta bajo unas brasas de fuego. Todos empapados de barro hasta las cejas, pero con el orgullo de sostener uno de los mandamientos espartanos: “El dolor es pasajero, pero la gloria es eterna”. El Fango Team de AS (Carlos Forjanes, Antonio Villagómez, José Luis Guerrero, Juanma Bellón y Santi Castañeda) compitió en esta Spartan Race, pero la dureza de la prueba pasó factura. Contracturas musculares, muchos burpees y hasta una retirada… fue el balance de este combativo equipo que sufrió hasta la extenuación en Rivas.