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VOLVO OCEAN RACE

El Mapfre persigue el primer puesto ante la llegada a Lisboa

El Brunel holandés se ha destacado en las últimas horas, mientras que el barco español le acecha a la vez que pretende desprender al Dongfeng chino

El Mapfre, a la caza del Brunel.
Francisco VignaleEFE

El Mapfre se encuentra en una dura batalla por no descolgarse del Brunel en las millas finales que llevan a la flota hacia Lisboa, meta de la séptima etapa de la Volvo Ocean Race, la vuelta al mundo a vela con escalas. A horas de la llegada a la capital portuguesa, que espera al amanecer del miércoles, el barco holandés intenta despegarse de los de Iker Martínez y el Dongfeng chino, en un momento en el que el viento sopla con fuerza.

"La verdad es que el Brunel está yendo muy, muy bien. No sabemos por qué están yendo tan rápido, pero está siendo impresionante" reconocía Iker Martínez, después de que los de Bouwe Bekking fuesen los que más provecho sacasen a la última noche para coger unas millas que pueden ser muy valiosas.

Hacía más de tres días que la distancia entre el primero y el segundo no estaba por encima de las seis millas y el Brunel, según el parte de posiciones de las 17.40, la estiró a las siete sobre el Mapfre, que encabezaba la persecución y tratando de separarse también del Dongfeng, a casi cuatro del barco español. Todo hace indicar que este trío debe jugarse la victoria porque por detrás, el más cercano es el Alvimedica, que está a 33 millas.

Según las previsiones este viento más potente del Norte se mantendrá al menos durante unas 200 millas más, por lo que seguirá la navegación en línea recta, exenta de maniobras y con el acelerador a tope.

Ahora, a los participantes les queda una zona de exclusión y la entrada por el río Tajo con los partes señalando que unas 60 millas antes de la línea de llegada de Lisboa, el viento bajará y puede que se produzca una nueva compresión, aunque desde el equipo español indican que quizás una de las claves esté en las últimas 50 millas, cuando la flota tenga que tomar la decisión de por dónde 'atacar' la zona de exclusión por tráfico marítimo impuesta por la organización.

Iker está preocupado también por la "incertidumbre" de la entrada final por el río Tajo. "Si por la razón que sea, estamos todos juntos la entrada por el río ya sabemos que también será complicada. Y si llegamos al amanecer o al final de la noche es muy probable que haya poco viento. En la edición anterior hubo tan poco que al final tuvimos que echar el ancla porque la marea estaba bajando y la corriente nos echaba hacia atrás", apuntó.

"Después de haber luchado durante todo el cruce del Atlántico y con los barcos tan pegados, todos tendremos que darlo todo y sin duda intentaremos ser lo más inteligentes posible para sacar provecho del caos, si es que finalmente hay ese caos", sentenció.