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El homenaje que los fans de los Packers y Brett Favre se deben

Hasta esta temporada, Lambeau Field tiene colgadas, en una de sus paredes, cinco camisetas. A partir del 15 de Noviembre del 2015 un nuevo nombre se unirá a esa constelación. Tony Canadeo, Don Hutson, Bart Starr, Ray Nitschke y Reggie White tendrán un nuevo compañero en el firmamento quesero.

Desde comienzos de la temporada pasada, los Packers ya habían dicho que Brett Favre sería inducido al Hall of Fame de la franquicia, y desde abril se sabe que se utilizarán dos fechas para rendir homenaje a uno de los más grandes jugadores que han vestido el verde y dorado. En primer lugar, el 18 de Julio se celebrará la ceremonia para que Favre sea nuevo miembro de tan reputada distinción, pero será en Thanksgiving Day (15 de Noviembre) cuando veamos el número 4 colgado del Ring of Honor de Lambeau.

Para rematar tan señalada fecha, los Packers recibirán en casa a los Chicago Bears, el enemigo por antonomasia del equipo de Wisconsin. “La tradición e historia entre estos dos equipos existía antes de que cualquiera de nosotros estuviésemos por aquí. Hay muy pocos partidos que sean tan históricos como éste, y además se celebrará en Thanksgiving, así que es la ocasión adecuada para esta celebración.” Estas palabras fueron dichas por el propio Favre la semana pasada, y es obvio que tanto jugador como franquicia están realmente felices por el acontecimiento. 

Esta ceremonia será el episodio final de una de las historias de amor-odio más famosas en la historia de la NFL. Favre fue elegido en segunda ronda por los Atlanta Falcons en 1991, y al año siguiente, Ron Wolf (general manager en aquel momento de la franquicia) intercambió su primera ronda del draft de 1992 por aquel chico de Mississippi. Así nacía la leyenda de Brett Favre. Al tercer partido, y gracias a la lesión del QB titular Dan Majkowski, Favre agarró la titularidad y no la soltó hasta que anunció su retiro al acabar la temporada 2007. Aquí comienza el jaleo.

Tras anunciar que no se veía con la capacidad de seguir un año más jugando, se retractó de sus palabras y quiso volver al equipo. La respuesta de Ted Thomson y de Mike McCarthy fue clara: el QB titular de los Packers para 2008 sería Aaron Rodgers, drafteado un par de años antes. Esto no sentó nada bien al veterano QB. Decidió salir de su retiro y presionó a los Packers para que lo dejaran en libertad, o para que lo incluyeran en algún trade con otro equipo de la liga. Tras varios coqueteos con los Vikings (los cuales fueron denunciados por Ted Thomson como contactos ilegales), Green Bay y los Jets llegaron a un acuerdo para el traspaso del jugador por una cuarta ronda condicional. Las relaciones entre franquicia y jugador se habían roto, pero el verdadero daño de todo esto se los llevaron los incondicionales seguidores queseros, los cuales vieron como su ídolo se marchaba de muy malas maneras. 

Aunque el golpe más duro para los fans vendría después de ese 2008, cuando Favre anunció que jugaría para los Vikings en 2009. Tras dejar Green Bay rompiendo cualquier relación con el equipo, el QB de Mississippi fichaba por un rival divisional, y uno de los enemigos más feroces de la afición quesera. Después de dos años, en 2010 acabó la carrera del extraordinario quarterback. Pero el daño ya estaba hecho. 

La mayoría de la afición quesera sigue queriendo a uno de los jugadores más talentosos que han pisado Lambeau Field, y se han mostrado entusiasmados con la intención de la franquicia de colgar su número en la fachada del estadio (entre los que yo me incluyo). Sin embargo, sigue habiendo fans que no perdonan la traición y las formas con las que Favre abandonó al equipo, y tienen su parte de razón. Al igual que era como jugador, como persona Favre no deja indiferente a nadie. Siempre ha sido un rebelde y esa es una de las virtudes que le han llevado a ver su nombre y número al lado de los más grandes. 

Favre llevó a los Packers a ganar un anillo más para la franquicia más laureada de toda la NFL (otro día hablaremos sobre títulos pre y post Superbowl), y lo hizo batiendo records de todo tipo, con un juego espectacular, y haciéndonos levantar de nuestros asientos. A muchos de nosotros nos marcó y nos acercó a un deporte totalmente desconocido. Por todos estos motivos yo soy uno de los que disfrutará con la ceremonia que se celebrará en Thanksgiving, y seré uno de los que se emocionará viendo como ese 4 queda inmortalizado para siempre en la que fue, es y será su casa.