El Bilbo despide en casa su periplo por la élite nacional

En tiempos pretéritos, Bilbao disfrutó de la Liga Nacional de Fútbol Sala. Fue efímero pero se vivió con pasión. Hace nada, Miribilla recibió la final de Copa del Rey masculina. Otro destello. Y este año ha saboreado la élite en chicas. El ya descendido Bilbo Fútbol Sala femenino se despidió de su afición en La Casilla con una derrota por 1-3 ante el necesitado Gironella, equipo que se jugaba la salvación en su visita a las rojillas. Y la consiguió, al superar en el tramo final del partido a las de José Andrés Muñoz (el héroe del fútbol sala en la capital vizcaína), que habían bajado de forma matemática de Primera División una semana antes. El Bilbo, no pudo superar, por sus propios errores en tres momentos puntuales, a un Gironella que arrancó nervioso. Aún así, fueron las catalanas las que se adelantaron en el marcador por medio de Anna Burgayá. Nada más volver del descanso, Esti hizo el empate para las rojillas, pero las visitantes anotaron dos goles más en los cinco últimos minutos para celebrar así la permanencia en La Casilla ante un Bilbo al que solo le falta la próxima jornada en Ourense para decir adiós a la máxima categoría. En 29 jornadas, el Bilbo suma tres victorias, seis empates y 20 derrotas.

“Fue una decepción la despedida en casa, porque era un partido para ganar. Dominamos en el juego y el equipo hizo un fútbol sala mejor que el del rival, pero no supimos competir. La falta de tensión en momentos determinantes, en tres fallos defensivos, nos llevaron a la derrota. Son errores que no se pueden permitir ni en esta ni en cualquier categoría. Queríamos acabar con alguna alegría, no habría venido mal, por eso lo de la decepción. Al final es más de lo mismo. Nos despedimos con la idea de que hemos podido hacer mucho más a lo largo de la temporada. Podíamos haber dado mucho más de sí” declaró José Andrés Muñoz, entrenador del Bilbo.