LA INTRAHISTORIA
Del Alvarno de Amaya, al billete de tren del waterpolo
Tres días de reportajes en Madrid y Barcelona. Hubo que cuadrar agendas de todas las deportistas para poder realizar las sesiones fotográficas.
Fueron tres meses de llamadas y puzzles de agendas para hacer las fotos en tres días. El primero, el 27 de abril. El Consejo Superior de Deportes abrió las puertas de su casa y 16 deportistas se fotografiaron en la Blume. La primera en llegar fue Eli Pinedo (balonmano) a las 08:15. Su foto sería con Lydia Valentín (halterofilia) y las atletas Lorena Luaces y Ruth Beitia. “Tengo 36 años, pero me siento como nunca”, le confesaba la última a la penúltima en maquillaje. La foto de Carolina Marín fue en un descanso de su entrenamiento y la futbolista Vero Boquete se cogió un vuelo Frankfurt-Madrid en su día libre. “¡Nos tienes que contar cómo es jugar la Champions!”, fue el saludo de las chicas del Atlético Féminas. Se habían clasificado el día anterior, por primera vez. La selección de rítmica también aprovechó el parón de comer. Faltó Elena López. Justo ese día se puso mala.
“Ya te puedes poner fuerte porque en EE UU van a tope, eh...”, advirtieron Amaya y Leonor a Ángela Salvadores según la vieron. Y una anécdota: la primera preguntó el precio de su vestido Alvarno. No es para menos. Le sentaba como un guante. Las fotos de Mireia fueron el 13 de mayo en Barcelona y las de Ona, Brigitte y el waterpolo el miércoles 29 de abril en las piscinas Picornell. Hay un detalle de las últimas que explica por qué, desde Londres, lo ganan todo: el día anterior habían jugado un partido en Barcelona pero la Federación olvidó que el miércoles tenían la sesión y le cogió el billete a una de ellas a Sevilla por la mañana. No podría hacerse las fotos. ¿Solución? Entre todas pagaron otro para que se fuera por la tarde... Lo dicho, detallazo.