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John Fox será el freno de un staff fantástico en Chicago

John Fox es un entrenador conservador. Si eres de los que le tiene manía, dirás que es un miedica, un cobarde. Si tienes alguna afinidad con él, con su pasado, puede que digas que es seguro. Pero el concepto será el mismo y todos estaremos de acuerdo. Es esa faceta, sin duda la más destacable de su carácter, la que puede ser el contrapeso perfecto al staff técnico que ha montado en la nueva aventura que comenzará esta temporada en los Chicago Bears. Porque bajo sus órdenes estarán dos de las mentes más respetadas, más deseadas y con más nombre en la historia reciente de la NFL: Vic Fangio como coordinador defensivo y Adam Gase como coordinador ofensivo.

Fox es una elección lógica en Chicago. Los Bears han fracasado con estrépito durante el experimento de Marc Trestman como entrenador jefe. Se pueden escoger los argumentos preferidos para explicar ese fracaso, ya sea atizando a Jay Cutler, QB titular del equipo, al nivel de la plantilla, a los entrenadores de la defensa o a quien se estime, pero el final seguirá siendo el mismo: los Chicago Bears no pueden ser el peor equipo defensivo de la NFL. Es demasiado doloroso para la leyenda de los "Monsters of the Midway", para cualquiera que respete un mínimo la estética de esta competición. Porque Chicago ha sido, siempre, defensa.

La apuesta por Trestman fue por mejorar el ataque pero, con los resultados en la mano, el siguiente entrenador habría de ser de perfil defensivo. Y con los pies en la tierra. Nada de alegrías. Que mejor, entonces, que John Fox.

Hay que reconocerle a Fox el mérito, con pocos antecedentes, de haber trabajado para tres equipos diferentes, durante 13 años ya, sin haber estado ninguna temporada en el paro. Y también hay que reconocerle el haber sabido rodearse, casi siempre, de muy buenos ayudantes. Pero tengo la sensación de que pocas veces ha conseguido tanto nivel como ahora.

Vic Fangio será el encargado de llevar la defensa. La figura de Fox, sin duda, ejercerá de mediadora y guía, pero desde las primeras declaraciones queda claro que Fangio dirigirá la unidad. El bueno de Vic lleva con la familia Harbaugh media vida, primero en Baltimore con John y, depués, en Stanford y San Francisco con Jim. Juntos construyeron una defensa mítica que aún resuena en la liga. El objetivo es hacer algo similar en los Bears.

Difícil lo tendrá, pues el talento es muy diferente al de los Niners, pero ya ha comenzado por insistir en que el esquema usado será, como base, un 3-4 que sea flexible y abuse de las formaciones nickel.

El mayor reto será tratar de encajar a Jared Allen, un DE clásico, en el nuevo puesto de OLB. A su edad, y viendo su juego el pasado año, no puede apostarse a que esto vaya a salir bien. Pero Fangio es hombre de muchos recursos y variados talentos, por lo que tengo claro que esta defensa, sea mejor o peor, no se parecerá en nada a la que penó por los campos de la NFL en las dos últimas temporadas.

Adam Gase será el encargado de llevar el ataque. Y, visto lo visto en Denver, en los Bears pueden darse la enhorabuena. Gase ya estaba en la plantilla, como coordinador de posición, cuando Fox llegó. Al perder a su asistente ofensivo, Mike McCoy, que fichó por los Chargers, Fox ascendió a Gase.

Adam Gase en los Denver Broncos.
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Adam Gase en los Denver Broncos.Getty Images

De él ha dicho el propio Fox que es un "maestro de la innovación", John Elway le llamó "genio". Peyton Manning lo calificó como "la persona más inteligente que conozco". Y Mike Martz, creador de "The Greatest Show on Turf" de los Saint Louis Rams campeones de la NFL, aseveró que era una de las tres mentes más brillantes de la liga. Con 36 años, desde luego, a Adam Gase no le falta ni curriculum ni recomendaciones.

Definir su estilo de juego es complicado porque varía de semana en semana. Su gran fortaleza es su memoria fotográfica y su capacidad para estudiar hora tras hora a los rivales. Su especialidad es detectar cada una de las ventajas de su plantilla sobre la rival y explotarlas tantas veces como sea posible. Es una pesadilla para los coordinadores rivales. En Denver usó, por ejemplo, a Julius Thomas con una maestría táctica notable.

Jay Cutler, por lo tanto, podría darse con un canto en los dientes con el regalo que le ha caído del cielo con Gase. Es probable que esté ante su última gran oportunidad en la liga y tener de tu lado a alguien que ve el juego con tanta claridad, y que te apuntará donde es más fácil que aciertes, es una ventaja considerable.

El problema tanto para Fangio como para Gase es el mismo: sus brillantes mentes e innovadoras propuestas van a tener que pasar por el filtro de John Fox. No hay duda de que este es un hombre inteligente, un buen motivador y un buen líder, y que no les habría llamado si no confiase en ellos. Pero, de la misma forma, es seguro que la voz de la tranquilidad, de la mesura, siempre será la misma.

El entrenador jefe de los Chicago Bears, pues, ejercerá como freno y como norte de un grupo que estará deseando lanzarse a la yugular de los rivales y tomar riesgos. Del equilibrio entre todos ellos, de como se gestione la balanza, dependerá el éxito de este proyecto.