Brandon Spikes vuelve a los Patriots para parar la carrera

Brandon Spikes ha fichado por los New England Patriots. El linebacker vuelve al equipo que lo eligió en el draft en el año 2010 tras pasarse una temporada en un rival de división como los Buffalo Bills. El retorno de Spikes al equipo de Bill Beilichick tiene varias lecturas muy interesantes para la NFL, y las tiene en pasado, presente y futuro, así que merece que le dediquemos un poco de tiempo al asunto.

Por orden cronológico.

Brandon Spikes tiene la capacidad para ser un linebacker de los que hubiera hecho época en la liga. Por desgracia para él ha nacido en la era equivocada, porque sus características son las que se demandarían en el puesto en, por ejemplo, los años 80. Su capacidad para el placaje, para el golpeo, para parar la carrera, son notables, pero sus limitaciones en cobertura brillan con la misma claridad. Esto lo convierte en un jugador de dos downs, que le dicen, que sólo está en el campo cuando es más probable que los rivales vayan a correr, y se pierde los snaps que suelen ser decisivos en los drives como los terceros y largo. Su valor, pues, cae en picado en la actual competición.

No siempre fue así. La NFL valoró este tipo de jugadores como grandes líderes y como esenciales en las defensas cuando se trataba de derrotar al adversario corriéndole a la yugular, convirtiendo el partido en una batalla de trincheras.

Lo que sucede en este caso es que cualquier movimiento que hagan los Patriots ha de interpretarse en sentido táctico global y no sólo del equipo en sí. Porque, además de ser la mejor franquicia de los últimos quince años, Bill Belichick se ha caracterizado por estar un paso por delante de sus compañeros de profesión en cuanto a la tendencia del juego. De hecho, él mismo ha marcado la tendencia del juego en el pasado.

Ganó sus primeras Super Bowls haciendo de Tom Brady poco mas que un "game manager", con una defensa tremenda autodenominados "no-names". Vio la evolución de los ataques aéreos  y rozó la temporada perfecta con un equipo que lanzaba en triple cobertura a Randy Moss si era preciso. Explotó el pequeño jugador de slot, primero con Wes Welver y luego con Julian Edelman (entre otros) volviendo a mostrar un camino seguido por el resto. Y diseñó un ataque con dos TEs que se convirtió en el sabor del verano.

Por supuesto, no estoy hablando de un visionario que todo lo adivina. Ha tenido mejores y peores trabajos, ha acertado y ha fallado, ha cogido cosas ya inventadas y las ha aplicado. Pero, de forma consistente, ha estado en la vanguardia táctica de la NFL, cuando no dirigiéndola, por 15 años ya.

Es por eso que es muy interesante ver como en las dos últimas temporadas, y en especial en el exitoso curso pasado (ganó la Super Bowl, habrá que recordar), ha dirigido sus esfuerzos a hacer del ataque algo impredecible de semana en semana, con más importancia de la carrera de la que la happy pass league que le rodeaba parecía entender, a la vez que potenciaba la secundaria hasta el extremo.

Ahora, a la fuerza ahorcan, con la pérdida de Darrelle Revis y Brandon Browner, sobre todo el primero, da la sensación de que Bellichick va a jugar con la agresividad del front seven en defensa como seña de identidad. Así lo indica este fichaje, el de Brandon Spikes, pero también el hecho de que seis de sus once elecciones en el draft vayan a ese grupo, siendo el más importante Malcom Brown, DT de primera ronda, pero sin olvidarnos de dos DEs en tercera y cuarta ronda.

Esto también podría indicar que en New England creen que la NFL va a virar hacia una mayor importancia de la carrera, algo que creemos muchos y algo cuya buena parte de culpa la tienen los propios Pats.

Brandon Spikes salió del equipo de Massachussets tras ciertos problemas de actitud y preparación. Se dijo aquello de que no seguía el "Patriot way". Pero Bill Belichick le ha dado una nueva oportunidad, lo que es el presente, y nos indica con este movimiento por donde puede ir, en su mente, el futuro de la liga: más carrera, más front sevens dominantes. Y lo que la mente de Bellichick ha pensado como futuro de la liga en muchas ocasiones ha acabado convirtiendose en la realidad.